Hipermovilidad articular: una condición genética que va más allá de la flexibilidad
El doctor Mario Alberto Garza señaló que la hipermovilidad no es una patología, sino una variación genética que afecta la estructura de la unión celular en todo el organismo.
La hipermovilidad articular es una condición de origen genético que modifica la manera en que las células se conectan en casi todos los tejidos del cuerpo. El doctor Mario Alberto Garza, especialista en reumatología, señala que esta característica no se considera una enfermedad.
“La hipermovilidad no es una patología, sino una variación genética que afecta la estructura de la unión celular en todo el organismo, desde el cerebro hasta los diferentes tejidos”, explicó.
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Su presencia se hace evidente cuando la articulación se mueve más allá del rango fisiológicamente esperado. En apariencia, este fenómeno resulta inofensivo y hasta puede pasar desapercibido durante años.
En el ámbito deportivo o artístico, la hipermovilidad incluso se interpreta como una ventaja.
El especialista señala que la mayoría de las chicas de danza la hacen perfecto porque tienen esta hipermovilidad.
También se observa en nadadores de alto rendimiento, gimnastas y practicantes de yoga que logran movimientos imposibles para la mayoría. Es un plus a veces para el deportista, reconoce.
Sin embargo, ese beneficio funcional inicial puede tener un costo significativo más adelante. Las articulaciones hipermóviles se desgastan con facilidad debido a la inestabilidad mecánica.
¿Cómo afecta el ejercicio de alto impacto la hipermovilidad articular?
La práctica sostenida de ejercicio de alto impacto favorece la inflamación crónica y la degeneración articular.
El doctor Garza advierte que, con el paso de los años, estas personas pueden enfrentarse a intervenciones agresivas.
“A los 40, a los 60 años, va a requerir prótesis de rodillas, una operación de columna”, agrega.
Las zonas más afectadas se concentran en extremidades y estructura axial. Las manos, la columna que tiene escoliosis, las rodillas y los pies, enumera el reumatólogo. En los pies es característico el desarrollo de pie plano y de los llamados juanetes. Cuando existe hipermovilidad generalizada, los síntomas pueden ampliarse a múltiples sistemas corporales.
La literatura médica, incluida la clasificación del Colegio Americano de Reumatología, distingue la hipermovilidad benigna de síndromes más complejos dentro del espectro Ehlers-Danlos, donde defectos del colágeno traen consigo fragilidad de la piel, disautonomía y dolor general.
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El doctor Garza confirma que esta condición se relaciona con manifestaciones que rebasan el sistema musculoesquelético.
“Problemas intestinales, paciente que dice: tengo mucha gastritis, colitis, también se asocia a esto. Depresión, ansiedad, insomnio”, señala.
Además describe alteraciones urinarias y síntomas como palpitaciones y ataques de pánico.
Esa constelación de signos puede desconcertar a muchos profesionales.
“Confunde al médico con tres enfermedades: artritis reumatoide, espondilitis anquilosante y fibromialgia”, señala.
El diagnóstico diferencial se vuelve complejo porque el dolor crónico, la inflamación intermitente y la fatiga se superponen con estas patologías inflamatorias.
El componente neuropsicológico es parte fundamental del cuadro. El especialista resalta que, en buena parte de los casos, existe una asociación con condiciones de neurodivergencia.
“La mayoría somos muy creativos. Somos intensos, queremos ser siempre el mejor”, afirma.
Según su experiencia clínica, el médico asegura que estas personas pueden mostrar características de trastorno por déficit de atención, espectro autista o síndrome de Tourette.
“A mí me dices algo y mi mente ya pensó 20 cosas, soluciones; así somos”, comenta para ilustrar la hiperproductividad cognitiva que suelen manifestar.
El abordaje terapéutico se centra en la prevención del daño articular y el control del dolor. La fisioterapia especializada, el fortalecimiento muscular progresivo, el entrenamiento de la propiocepción y las modificaciones en el estilo de vida resultan medidas esenciales para preservar la función.
Organismos como la Sociedad Internacional de Ehlers-Danlos recomiendan evitar actividades que sometan a las articulaciones a hiperextensión repetida. En casos avanzados se recurre a ortesis o cirugía correctiva, aunque se prioriza siempre el manejo conservador.
El doctor Garza insiste en que esta condición congénita puede llevar una vida plena si se detecta oportunamente.
“Nosotros podemos hacer muchas cosas”, afirma el especialista, quien destaca la necesidad de educación médica y psicoemocional para que los pacientes comprendan los límites de su cuerpo sin perder su potencial creativo y físico.
Reconocer la hipermovilidad como una entidad clínica independiente permite evitar diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados. La detección en edades tempranas y el acompañamiento interdisciplinario brindan a estas personas la posibilidad de aprovechar sus capacidades, proteger su movilidad y reducir el riesgo de discapacidad futura.
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— @telediariomty (@telediariomty) October 28, 2025
La hipermovilidad es una condición que puede generar dolor y hasta problemas de salud mental y articulares.
- La hipermovilidad no es una enfermedad, sino una condición genética que da flexibilidad, pero también riesgo de desgaste articular.
- Dolor, ansiedad, insomnio y palpitaciones pueden acompañar a quienes tienen hipermovilidad generalizada.
- La automedicación es peligrosa: muchos suplementos contienen esteroides que causan daños graves a largo plazo.
- El diagnóstico temprano y el acompañamiento médico son clave para prevenir discapacidad y mejorar la calidad de vida.
- La artritis reumatoide afecta sobre todo a mujeres mayores de 40 años; puede controlarse si se diagnostica temprano.
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