Infarto al miocardio, enfermedad silenciosa que cobra miles de vidas cada año
El doctor Ovidio García, cirujano cardiovascular, explica que el infarto agudo al miocardio no aparece de manera repentina. Aquí te contamos más de esta enfermedad.
El corazón, ese motor que trabaja sin descanso, puede fallar sin previo aviso. El doctor Ovidio García, cirujano cardiovascular, explica que el infarto agudo al miocardio no aparece de manera repentina: “es la etapa final de una enfermedad más amplia, la cardiopatía isquémica”, señala.
Esta afección se origina cuando las arterias coronarias —responsables de suministrar oxígeno y nutrientes al corazón— se van obstruyendo gradualmente por la acumulación de colesterol, grasa y calcio.
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“Es como si las tuberías del cuerpo se llenaran de sarro, hasta que un día se bloquean por completo”, compara el especialista.
Cuando eso ocurre, el flujo sanguíneo se interrumpe y el músculo cardiaco muere por falta de oxígeno.
De acuerdo con cifras del Inegi, en 2024 se registraron más de 830 mil defunciones en México, y de ellas, casi 200 mil estuvieron relacionadas con enfermedades del corazón.
“Estamos hablando de que una cuarta parte de las muertes del país son por causas cardiacas. Es como si cinco estadios llenos de aficionados desaparecieran en un año”, ilustra el doctor García.
Pero el dato más preocupante es que, según el mismo Instituto, tres de cada cuatro muertes cardiacas se deben a enfermedades de las arterias coronarias, lo que equivale a 145 mil vidas perdidas al año, casi 400 personas por día.
“Imagínate el impacto que eso tiene en la salud del pueblo mexicano”, enfatiza el especialista.
¿Cuáles son las etapas previas a un infarto?
El doctor García detalla que la enfermedad avanza lentamente, a veces durante años, sin dar señales claras.
“Mientras la obstrucción no supera el 50 por ciento del diámetro de la arteria, el paciente no siente nada. Anda por la vida convencido de que está sano, aunque en realidad ya carga con un problema serio”.
Cuando la placa aterosclerótica crece y rebasa esa mitad del vaso aparecen los primeros síntomas: dolor en el pecho con el esfuerzo o el estrés, sensación de opresión o fatiga.
“No es el dolor del infarto todavía, pero sí una advertencia. Es como si el corazón dijera: ‘Ya no me alcanza el aire’”, comenta.
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En esta fase, el cuerpo aún puede generar lo que el médico llama ‘bypasses naturales’: vasos colaterales que compensan parcialmente el flujo sanguíneo.
“El cuerpo, en su infinita sabiduría, busca soluciones. Pero si el paciente no cambia su estilo de vida, la placa sigue creciendo y, tarde o temprano, se forma un coágulo que detiene la circulación por completo”.
Estos son los factores de riesgo de un infarto
La cardiopatía isquémica no distingue edades, aunque su frecuencia aumenta después de los 40 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los principales factores de riesgo son: colesterol elevado y dieta alta en grasas saturadas, tabaquismo, sedentarismo, hipertensión arterial, diabetes mellitus y estrés crónico y obesidad.
El doctor García advierte que el problema no es solo lo que comemos, sino lo que no revisamos.
“Mucha gente no se checa. Llega al hospital cuando ya está infartada. El infarto no es una sorpresa, es la consecuencia de años de descuido”.
De hecho, estudios del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez estiman que 80 por ciento de los infartos podría prevenirse con hábitos saludables y chequeos anuales.
El cuerpo suele enviar señales antes del desastre: dolor o presión en el pecho que se irradia al brazo, cuello o mandíbula; sudor frío y náuseas, dificultad para respirar, fatiga inusual.
Ante cualquiera de estos síntomas, el especialista recomienda acudir de inmediato a urgencias.
“Cada minuto cuenta. Entre más tiempo pase el corazón sin oxígeno, más músculo muere. Hay que actuar sin miedo ni espera”.
En hospitales equipados existen tratamientos de reperfusión que pueden salvar la vida y minimizar el daño, como la angioplastia coronaria o el uso de fármacos trombolíticos.
Sin embargo, el doctor García insiste: “El tratamiento más efectivo sigue siendo la prevención”.
El especialista hace un llamado a cambiar la forma en que se concibe la salud cardiovascular en México.
▶️ #TuMédicoTD ???? | El doctor Ovidio García, especialista en cardiología, señala que es importante las revisiones anuales por parte de los pacientes para evitar que el músculo cardiaco muera por falta de oxígeno.#TelediarioMatutino ⭐ ️ @zelenny , @ferrobles44 y… pic.twitter.com/aHQrDJ16jy
— @telediariomty (@telediariomty) November 4, 2025
“La educación es clave. Hay que enseñarle a la gente que el corazón también se cuida antes de que duela”.
Incorporar actividad física, reducir grasas trans y mantener controles médicos periódicos son acciones que, aunque simples, salvan vidas.
“No esperemos a que el corazón grite. Escuchémoslo antes de que calle”, concluye el doctor García.
mvls
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