El estallido de los cañones, el relinchar de los caballos y los gritos de los soldados hicieron que la recreación de la Batalla de Puebla se viviera como aquella que se libró en 1862.
El reciente cambio de 31 calandrias jaladas por caballos, a nuevas calandrias eléctricas, ha sido bien visto por los usuarios y los propios calandrieros de Guadalajara.
A pesar de los intentos anteriores por implementar calandrias eléctricas, muchos de los trabajadores de este rubro se rehusaron a modificar los vehículos.
Los administradores del santuario ofrecen una recompensa a quienes den información de los ejemplares robados, los cuales habían sido rescatados de maltrato animal.
Los conductores de calandrias aseguran que desconocen la fecha en que deberán dejar de usar caballos. Mientras tanto, el gobierno municipal anuncia nuevas unidades eléctricas.