Balacera en carrera de caballos deja a siete muertos y un herido
La competencia ecuestre, que atrae a decenas de asistentes, fue interrumpida de forma abrupta por la irrupción de hombres armados, desatando el pánico entre la multitud.
Una tarde de esparcimiento y tradición ecuestre se transformó en una sangrienta masacre en el sur de Chihuahua.
Al menos siete personas perdieron la vida y una resultó herida durante un violento ataque armado en una pista de carreras de caballos, un suceso que, según las primeras indagatorias, estaría ligado a una pugna territorial entre grupos del crimen organizado.
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La tragedia se desencadenó la tarde del sábado en el Carril Santa Teresa, un recinto ubicado en el kilómetro 4 de la carretera que conecta Parral con Jiménez, en el municipio de Hidalgo del Parral.
La competencia ecuestre, que atrae a decenas de asistentes, fue interrumpida de forma abrupta por la irrupción de hombres armados, desatando el pánico entre la multitud.
Balacera inicio como un ataque directo
Los reportes preliminares indican que el asalto comenzó como una agresión directa contra dos asistentes que se encontraban cerca de una camioneta de lujo. Versiones de testigos oculares señalan que un individuo abrió fuego contra ellos, lo que rápidamente escaló a un intercambio de disparos de mayor calibre.
La situación se tornó caótica cuando, supuestamente, un segundo agresor accionó un arma de asalto contra la muchedumbre. Ante el temor, numerosos asistentes intentaron huir desesperadamente buscando refugio en la zona de monte aledaña al carril, dejando un escenario de muerte y desolación.
De forma preliminar, se confirmó el fallecimiento de siete personas y la lesión de otra, aunque las cifras podrían variar tras el peritaje final.
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Una de las víctimas mortales fue identificada como Benito “N”, un nombre que ya figuraba en los archivos de seguridad por presuntos vínculos con actividades delictivas.
De manera crucial, esta persona había sido señalada como objetivo criminal y se le vinculaba con otra masacre previa en la zona, ocurrida en el Carril de Maturana, donde se registraron al menos cuatro decesos, entre ellos el de una menor de edad.
Esta identificación refuerza la principal línea de investigación de las autoridades: que el móvil detrás del múltiple homicidio no es otro que una disputa entre células antagónicas que operan en la región sur del estado de Chihuahua.
La violencia no se limitó al interior del carril. Tras la balacera, se reportó una serie de disturbios en la carretera Parral–Jiménez.
Sujetos armados realizaron bloqueos utilizando vehículos pesados que atravesaron sobre la vía para impedir el paso, e incluso uno de los vehículos fue incendiado, paralizando la circulación y elevando la tensión en la zona.
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