Alondra perdió a su bebé por el cáncer de mama; esta es su historia de resiliencia
Alondra Duarte, mujer lagunera, de 25 años de edad, nos cuenta su historia con el cáncer de mama y cómo llegó su diagnóstico en circunstancias devastadoras y en una etapa avanzada.
El cáncer de mama, un crecimiento anormal y acelerado de las células de la glándula mamaria, es catalogado como el tumor más frecuente en mujeres y la principal causa de muerte femenina a nivel nacional y mundial.
Si bien es más común en mujeres debido a factores de riesgo como las hormonas, los embarazos y los ciclos menstruales, aproximadamente el 1% de los casos también afecta a los hombres.
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Expertos como la ginecóloga Ámbar Vaquera señalan que la detección temprana es crucial, ya que los síntomas no siempre se manifiestan; a veces, el cáncer se descubre por hallazgos en estudios de imagen como la mastografía o el ultrasonido.
Cuando sí hay síntomas, estos pueden incluir un bulto en la mama, hundimiento del pezón, retracción de la piel o secreción anormal. La autoexploración mensual se recomienda a partir de los 18 años, la revisión médica anual desde los 25, el ultrasonido anual desde los 35 y la mastografía cada año a partir de los 40.
Historia de Alondra Duarte, mujer que lucha contra el cáncer de mama
Sin embargo, para Alondra Duarte, mujer lagunera, de 25 años de edad, su diagnóstico llegó en circunstancias devastadoras y en una etapa avanzada, revelando la cara más dura de esta enfermedad y la necesidad imperante de redes de apoyo.
El proceso de Alondra comenzó en agosto de 2023 con un intenso dolor en la cintura baja, el cual fue inicialmente atribuido a la ciática o un esguince de espalda, dado que ella estaba embarazada.
Es importante destacar que, años antes, después de su primer embarazo en 2020, había presentado un sangrado de seno que fue tratado como una infección por el ginecólogo, el cual se detuvo con antibióticos. Alondra confiesa que, en ese momento, no le dio importancia.
El dolor se intensificó al punto de volverse insoportable para noviembre/diciembre de 2023, obligándola a internarse en el hospital. El 25 de diciembre, mientras estaba hospitalizada, sufrió la pérdida de su bebé de meses de gestación, debido a la ruptura de la membrana.
Alondra sintió que fue "decisión de Dios" el no tener la oportunidad de ver crecer a su niña. Posteriormente, pidió perdón a Dios por haber renegado, reflexionando que quizás el diagnóstico inminente de cáncer hubiera sido una carga demasiado pesada para ella y su madre si hubiera continuado con el embarazo.
Tras la pérdida y una serie de estudios, un médico cirujano de columna le sugirió que el dolor intenso y persistente podría ser cáncer. A pesar de no tener antecedentes familiares, el diagnóstico final fue brutal y entregado fríamente por un oncólogo: cáncer de mama con metástasis en etapa cuatro, terminal.
Alondra quedó en shock y solo pudo pensar en su hijo pequeño, que entonces tenía 3 años.
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Inicio de las quimioterapias para Alondra Duarte
Alondra inició la quimioterapia en abril, un día antes de su cumpleaños. Ella relató que no quería tomar el tratamiento inicialmente, pues consideraba que le ayudaría en algunas cosas, pero le causaría otros problemas.
El proceso fue extremadamente difícil. La quimioterapia, que la Dra. Vaquera explica que ataca a todas las células del cuerpo, no solo a las tumorales, generó efectos secundarios severos.
Alondra experimentó una profunda depresión que, según su hermana Maribel, la llevaba directamente al seguro por la bajada de defensas. Además, continuamente necesitaba transfusiones de sangre por la baja hemoglobina, lo que implicaba una lucha constante para conseguir donadores, incluso teniendo que ofrecer gratificaciones.
Actualmente, Alondra enfrenta secuelas físicas graves, incluyendo tres vértebras colapsadas, lo que le impide caminar o estar sentada por mucho tiempo sin el respaldo adecuado.
A pesar de todo, su enfoque principal es su hijo. Alondra ha pedido a Dios tiempo para verlo crecer, llevarlo al kínder y verlo graduarse. De hecho, acudió al primer día de clases de su hijo en agosto, incluso sintiéndose mal por la quimioterapia del día anterior.
La otra cara de la moneda: los acompañantes del proceso
La enfermedad de Alondra ha transformado completamente la dinámica familiar. Su hermana, Maribel Duarte, junto con su otra hermana y sus padres, conforman su principal red de apoyo.
Maribel relata que la noticia del diagnóstico fue "devastadora" y que, al comunicársela a su padre, este se retiró en silencio a su cuarto. El impacto en la familia fue tan grande que no asimilan la situación aún, aunque la han aceptado.
Lo más difícil para las hermanas fue el manejo de la tristeza. Maribel confiesa que nunca lloraron delante de Alondra. El acuerdo implícito era que, si ella las veía mal, ella empeoraría.
Maribel dice: "Ella no sabe lo que sufrimos nosotros". Para Alondra, su hermana Maribel siempre estuvo presente, incluso recogiendo su plato de comida cuando no podía moverse y llevándola al baño.
Maribel enfatiza que el apoyo a un familiar con cáncer debe ser total, tanto físico, como moral y económico. Compartió el caso de una paciente que iba sola a las quimioterapias, abandonada por su esposo, lo que hacía su proceso aún más triste y difícil.
Dirigiéndose a Alondra, Maribel la califica de "bien valiente" y le asegura que ella ya es "victoriosa". Su mensaje a su sobrino, es que su madre es una mujer admirable que ha hecho todo por él.
La actitud positiva como herramienta para salir adelante
Alondra ha enfrentado su diagnóstico (que los médicos califican de terminal, aunque ella no lo acepta) con una actitud de lucha y positividad. Ella asegura que el cáncer debe "acoplarse a mí, no yo a él".
Después de su diagnóstico, Alondra recibió el apoyo de una tanatóloga, quien le aconsejó ver la situación de la mejor manera y pensar en positivo, recordándole que Dios tiene la última palabra. Alondra cree firmemente que, si se deprime, la depresión es lo que la matará, no el cáncer.
Esta actitud, junto con tratamientos alternativos naturales (aunque costosos), es lo que ella atribuye a su mejoría, lo cual es corroborado por los médicos que se sorprenden por su tono de voz y energía a pesar de su diagnóstico.
La importancia de la intimidad y la autoestima (Ilse Iou, Psicología y Lencería Coeli)
Desde una perspectiva de bienestar y psicología, Ilse Iou, estudiante de psicología y dueña de la marca de lencería Coeli, subraya la importancia de la intimidad y la autoestima durante la enfermedad.
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Ilse, a través de su campaña "Juntas Somos Más Fuertes," busca concientizar y acompañar a las mujeres, recalcando que la persona más importante en el planeta es uno mismo.
Su iniciativa entrega "cajitas de amor" y bouquets de flores a pacientes, incluyendo productos que ayudan a sobrellevar los días de quimioterapia y recordatorios de la importancia del chequeo constante para las sobrevivientes.
Ilse sostiene que "una enfermedad o el estar pasando por un procedimiento no te hace más ni menos mujer".
El uso de lencería, el autocuidado (exfoliación, hidratación) y el maquillaje deben ser actos de amor propio y no limitarse por la enfermedad. Ella busca especializarse en sexología para abordar la intimidad de las mujeres en procesos de radiación y quimioterapia, un área que suele dejarse en segundo plano.
Un llamado a la concientización y el apoyo
Los tratamientos contra el cáncer, que incluyen cirugía, quimioterapia, hormonoterapia y radioterapia, conllevan efectos secundarios significativos. La Dra. Vaquera recalca que, aunque el tratamiento sea exitoso, siempre existe el riesgo de que el cáncer regrese, por lo que se requiere un seguimiento médico de por vida y vigilancia constante.
Alondra Duarte, quien hoy vende manualidades y pulseras para apoyar sus gastos médicos, coinciden en la recomendación esencial: no tener miedo e ir a revisarse de inmediato ante cualquier anormalidad.
Alondra, respaldada por el amor de su familia que se acomoda en turnos para asistirla, deja un mensaje poderoso a quienes atraviesan este proceso:
"No se depriman... yo digo que la depresión mata y el cáncer no". Y Maribel Duarte complementa con una súplica directa a los familiares: "Apoyen al 100% siempre a su familiar. No lo dejen solo en cuestión físico, moral, económico".
EC
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