Evolución de los uniformes de Chivas a través de las décadas | FOTOS
Un recorrido por más de un siglo de evolución rojiblanca: de las primeras camisetas artesanales a las piezas de colección que marcan la identidad del Guadalajara.
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La identidad rojiblanca que ha unido generaciones durante más de 100 años. | Foto: Especial
En el futbol, como en la vida, el sentido que más importa es la vista. Los colores, los símbolos y las texturas viven en la memoria de los aficionados, y pocas camisetas en México cargan tanta historia como la del Club Deportivo Guadalajara.
Lo que comenzó como una simple prenda de algodón utilizada para distinguirse en la cancha, hoy es un objeto de culto entre coleccionistas y uno de los uniformes más reconocibles del continente.
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Cuando todo era blanco (1906-1908) – El origen silencioso
En sus primeros años, el equipo —entonces llamado Club Unión— vestía completamente de blanco. Eran camisetas hechas a mano con algodón grueso, mangalarga y cuello redondo.
Eran tan pesadas que se empapaban fácilmente y añadían kilos en la cancha. Este diseño no llevaba escudo ni líneas rojiblancas; era una indumentaria humilde, pero esencial para entender la identidad que vendría después.
La influencia francesa de los fundadores, trabajadores o proveedores de Fábricas de Francia y Almacenes Ciudad de México, marcó la mezcla cultural que terminaría definiendo los colores del club.
El nacimiento de las rayas rojiblancas (1908) – La esencia eterna
Fue Edgar Everaert, aficionado del Club Brujas, quien propuso adoptar rayas verticales como homenaje al equipo belga. Las franjas eran tejidas con estambre grueso y su peso llegaba hasta los cinco kilos cuando se empapaban.
Se consolidó así la identidad rojiblanca, inspirada en la bandera francesa y reforzada por la presencia de jugadores de ascendencia gala. Esta camiseta artesanal, pesada y rígida, es hoy una de las piezas más valiosas entre coleccionistas.
L’Coq Sportif (1908-1988) – Elegancia francesa y el peso del campeonísimo
La estética del club durante décadas recuerda a la moda deportiva francesa: cortes rectos, telas gruesas y diseños sobrios. Aunque la marca como tal no patrocinaba formalmente, el estilo era muy similar a lo que L’Coq Sportif produciría décadas después: algodón duradero, cero elasticidad y colores intensos.
Durante esta etapa nacieron los títulos del Campeonísimo , lo que convirtió estos uniformes en reliquias históricas.
Adidas – Primera etapa (1988-1993) – La modernización alemana
El salto tecnológico fue radical. Adidas introdujo: Poliéster liviano con microperforaciones, Cuellos tipo polo y puños elásticos, Escudo impreso de mayor calidad, Patrones de ventilación no vistos en México.
Los uniformes ya no pesaban kilos ni dependían del algodón. Fue el inicio del jersey moderno.
Umbro (1992-1993) – Minimalismo británico
Umbro aportó telas más suaves, diseños limpios y mayor flexibilidad. Los cuellos se hicieron más estilizados y las franjas mejor proporcionadas. Su breve presencia dejó una huella notable entre los aficionados al futbol noventero.
Aba Sport (1994-1995) – La identidad mexicana se vuelve atrevida
Aba Sport transformó la estética: telas brillantes, cortes vanguardistas, cuellos atrevidos y detalles gráficos que marcaron tendencia. Este periodo produjo algunas camisetas más excéntricas —y hoy más coleccionables— del futbol mexicano.
Nike (1996-1997) – La revolución tecnológica que ahora está por volver
Nike introdujo su tecnología Dri-Fit, una de las pioneras en la absorción del sudor. Los uniformes se volvieron más atléticos, más ligeros y más globales. Los números, patrocinadores y escudos se integraron visualmente con mayor armonía.
La próxima posible llegada de Nike en 2026 revive el recuerdo de esta etapa, que marcó un antes y un después en la modernización visual del Rebaño.
Atlética (1997-2001) – Firmeza mexicana en tiempos de transición
Atlética diseñó camisetas robustas, de tela resistente y corte nacionalista. Se jugaron torneos históricos con esta marca. Era un uniforme de batalla, duradero, que combinaba tradición rojiblanca con innovación local.
JVC (2001-2005) – La era tecnológica del patrocinador
Aunque más recordado como patrocinador, JVC influyó en el diseño: franjas delgadas, cuellos redondeados, mayor ligereza y patrones geométricos que definieron la estética de principios de siglo.
Reebok (2005-2011) – Elegancia de transición
Reebok vistió al Rebaño y dejó un diseño limpio, ligero y sobrio. Una camiseta muy apreciada por quienes buscan equilibrio entre tradición y modernidad.
Esta marca quedará en la memoria rojiblanca por momentos que marcaron época: el título del Apertura 2006, el debut de ‘Chicharito’ Hernández, y una serie de ediciones especiales que rindieron homenaje a las playeras más emblemáticas del club.
También será recordada por el polémico cambio de escudo y por aquella camiseta en tonos amarillos que ni a los propios diseñadores terminó por convencer. Aun así, su paso dejó una colección de prendas que hoy evocan nostalgia, identidad y buenos recuerdos entre los chivahermanos.
Adidas – Segunda etapa (2011-2016) – La ingeniería textil europea
La marca alemana regresó con Climacool, paneles elásticos y escudos termopegados. Las franjas se refinaron, la tela fue más ligera y los cortes se hicieron más aerodinámicos. Fue una etapa de identidad clásica con tecnología actualizada.
Y en la cancha, esta marca también fue testigo de momentos contrastantes. Bajo su patrocinio, Chivas celebró el regreso a los títulos con la Copa MX de 2015, pero también atravesó la etapa más complicada de su historia reciente, cuando el equipo coqueteó con el descenso y vivió torneos sin brillo.
Fue un periodo irregular en el que, pese a los altibajos colectivos, surgieron figuras que cargaron con el peso del equipo, como Rafael Márquez Lugo, cuya calidad y entrega destacaron incluso en medio de la turbulencia deportiva.
Puma (2016-actual) – Rendimiento, elasticidad y moda urbana
Puma llevó al club hacia diseños más estilizados, jerseys ultraelásticos y telas dryCELL de primera línea. También apostó por ediciones especiales, versiones retro y jerseys que trascendieron la cancha para convertirse en moda urbana.
Y será una marca añorada por haber acompañado algunos de los capítulos más gloriosos en la historia reciente del club: el campeonato número 12, el doblete de Liga y Copa MX, la inolvidable era de Matías Almeyda y el título de la Liga de Campeones de Concacaf.
Bajo su presencia se lanzaron también varios uniformes conmemorativos que conectaron con la tradición rojiblanca.
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Al final, la camiseta del Guadalajara no es solo una prenda deportiva: es un puente entre generaciones, una bandera que ha acompañado triunfos, desilusiones y renacimientos.
Desde aquellas primeras playeras blancas tejidas a mano hasta las piezas de alto rendimiento que hoy mezclan tradición con tecnología, cada raya roja y blanca ha contado un capítulo de la historia del futbol mexicano.
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KH
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