Así luce la plaza donde fue asesinada Valeria Márquez; no hay presencia de policías
A una semana del asesinato de Valeria Márquez, la plaza donde fue atacada permanece clausurada, sin vigilancia y entre un hermetismo total.
El asesinato de Valeria Márquez sigue generando impacto en la plaza comercial donde fue atacada. A una semana del crimen, el panorama muestra una rutina forzada, un local clausurado y comerciantes que prefieren guardar silencio ante lo ocurrido.
Valeria fue asesinada mientras transmitía en vivo desde el local Blossom de Beauty Lounge. Hoy, el sitio permanece cerrado y sin resguardo policial. Ninguna autoridad vigila el área, y los negocios vecinos intentan continuar con sus actividades entre la tensión y el miedo.
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¿Qué ha pasado con el lugar del asesinato de Valeria Márquez?
A pesar de la gravedad del crimen, el sitio opera con aparente normalidad. La escuela de danza aérea, ubicada a un costado, sigue recibiendo a madres y niñas. Una cafetería y una tienda de artículos deportivos también continúan operando con regularidad.
En contraste, la barbería y el local de tatuajes próximos al lugar del crimen están cerrados. Reporteros intentaron entrevistar a locatarios, pero todos se negaron a declarar. El hermetismo domina el ambiente, posiblemente por miedo a represalias o para evitar ser parte de la narrativa pública.
▶️ Así luce el lugar donde ocurrió la agresión contra la influencer Valeria Márquez en Zapopan. El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, señala que los atacantes tomaron dos rutas distintas.
— Telediario Guadalajara (@TelediarioGDL) May 19, 2025
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El estacionamiento funciona con normalidad, y un puesto de tacos cercano mantiene su flujo de clientes. No hay una disminución evidente de personas, pero tampoco se puede confirmar que el ambiente sea completamente normal. El silencio parece ser el único escudo ante lo ocurrido.
El local de Valeria permanece clausurado por las investigaciones. Sin embargo, no hay presencia policial ni cintas de resguardo. La escena, a simple vista, parece otra plaza común, pero cada esquina refleja un episodio aún no superado.
¿Qué revelan los alrededores del asesinato de Valeria Márquez?
La plaza intenta proyectar normalidad, pero la ausencia de vigilancia y el cierre de algunos negocios indican lo contrario. Hay tensión contenida y una comunidad que busca mantener distancia del hecho, aunque lo tenga justo al lado.
El silencio de los comerciantes es una respuesta al temor. Prefieren no hablar ni dar señales de involucramiento. Nadie ofrece homenajes, ni hay expresiones públicas de luto o indignación. La plaza, física y emocionalmente, está cerrada.
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A pesar de la atención mediática y el debate en redes sociales, en el lugar todo permanece inmóvil. No hay justicia visible, ni acompañamiento oficial. Solo una clausura en la fachada del local donde Valeria fue asesinada.
Una semana después, la plaza luce funcional pero fragmentada. Entre lo que sigue abierto y lo que permanece cerrado, se perciben los daños colaterales que un crimen así deja en la vida cotidiana de una comunidad.
MQ
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