Obladí, Obladá, la iniciativa que impulsa la lectura infantil en comunidad
El propósito de la iniciativa no fue competir con la tecnología, sino ofrecer momentos de pausa y conexión que fortalecieran la convivencia familiar.
En medio de un entorno cada vez más absorbido por las pantallas, nace una propuesta que busca hacer una pausa y recuperar el encanto de la lectura.
Un lugar donde niñas y niños pueden brincar, explorar y convertirse en protagonistas de sus propias historias, al tiempo que fortalecen su imaginación, su lenguaje y sus lazos afectivos.
- Te recomendamos José 'Camarón' Rodríguez obtiene dramática victoria para llevarse su segunda Copa Multimedios Más Deportes
Se trata de Obladí, Obladá, un proyecto creado por dos madres apasionadas por la lectura que convirtieron su amor por la literatura infantil en una experiencia comunitaria pensada para acercar a las familias al mundo de los libros.
Desde el inicio, el proyecto se enfocó en
acompañar a los adultosen el proceso de
conectar con la lectura en voz alta.
Una de sus fundadoras lo describió así: "Hay muchas veces que lees el libro y dices: 'ah, está muy sencillo', y no. La realidad es que tenemos que aprender a conectar, y eso es algo que siempre hacemos cuando estamos ahí: dar tips sobre cómo conectar, cómo leer ciertos libros para que puedan sacarles jugo a todas las letras. Eso es lo que ofrecen los libros cuando los estás leyendo", señaló Verónica Vela Recio, fomentadora de lectura.
Obladí, Obladá desarrolló tres líneas de trabajo principales: fiestas lectoras que convierten los libros en dinámicas participativas; una librería en línea con títulos seleccionados por su calidad narrativa y visual; y la brújula lectora, una guía dirigida a familias, docentes y mediadores para crear hábitos de lectura y formar bibliotecas desde edades tempranas.
La propuesta se distinguió por su apuesta por los libros interactivos, que permitieron que las niñas y los niños se movieran, expresaran emociones, tomaran decisiones y se integraran por completo a las historias.
Este enfoque fortaleció su curiosidad, amplió su capacidad de atención y creó espacios donde la lectura se vivió como un acto libre, dinámico y cercano.
- Te recomendamos “Hierba Negra”: perfumes mexicanos que nacen de la memoria y la naturaleza Cultura
Otra de las fundadoras detalló el método de trabajo con los grupos infantiles:
"Siempre tratamos de enganchar a los niños a través de las dinámicas que generamos con el cuento, de integrarlos mediante utilería y preguntas directas. Siempre empezamos preguntando qué cuentos les gustan o qué han leído últimamente, y a partir de eso contamos la historia, integrándolos para que brinquen y actúen lo que va pasando en el cuento", explicó Frida Godínez, fomentadora de lectura.
El propósito de la iniciativa no fue competir con la tecnología, sino ofrecer momentos de pausa y conexión que fortalecieran la convivencia familiar. Cada sesión demostró que los libros podían convertirse en un punto de encuentro entre generaciones, más allá de su función educativa.
Obladí, Obladá muestra que la lectura puede vivirse como un juego colectivo capaz de despertar emociones y construir recuerdos duraderos. Su impacto se refleja en la participación entusiasta de los niños y en la respuesta de las familias, que encuentran en el proyecto un acompañamiento cercano para acercar los libros al hogar.
La iniciativa refuerza el valor de la lectura como puente entre imaginación, aprendizaje y vida cotidiana, y demuestra que, incluso en una era digital, la experiencia de leer en comunidad permanece como un espacio vivo donde las historias se comparten, se escuchan y se construyen juntas.
bimc
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
-