El IJCF detalló que en 2014, la toma de muestra de ADN a personas fallecidas que recién ingresaban no era un proceso estandarizado y solo se hacía por solicitud del Ministerio Público.
El cuerpo de Magdalena Pérez López permaneció 11 años en el SEMEFO de Jalisco sin ser identificado ni entregado a su madre, causando gran enojo e impotencia familiar.
El personal del motel intentó establecer comunicación telefónica con el ocupante para informarle sobre la finalización de su periodo de estadía; sin embargo, la respuesta nunca llegó.
Tras el levantamiento de cuerpos a cargo del Semefo, los restos de los dos infantes de uno y ocho años de edad se encuentran bajo análisis para determinar si murieron por envenenamiento.
La FGE de Puebla aclaró que el cuerpo se trasladó de manera "inadecuada" debido a que la unidad oficial del Semefo atendía otro reporte de manera simultánea.
Al menos 60 personas sin vida han sido identificadas de forma plena mediante el Programa de Identificación Humana, en el que participan el Semefo Puebla y el Instituto Nacional Electoral.
Una de las familias fue quien se percató de que el cuerpo que recibieron no correspondía al de su difunto, por lo que iniciaron el rastreo de la otra familia antes de que ésta enterrara el cadáver equivocado.
El Colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla publicó el listado e informó que al menos 10 familias lograron localizar a sus seres queridos, pero invitan a otras personas a revisar el documento.
Mediante un comunicado, se detalló que en los próximos tres meses se procederá con el equipamiento, detallado, colocación de mobiliario y aparatos tecnológicos en el nuevo edificio.