El crimen ocurrió en una vivienda marcada con el número 219, en el cruce de Lomas del Mirador y Angelópolis, en la colonia Lomas de San Agustín en Cadereyta.
Junto al domicilio afectado, presuntamente se realizaba el trasvase de cilindros de gas, la familia lo niega y afirma que la explosión fue de un boiler.
Los vecinos señalaron que la vivienda era habitada por personas en situación de calle, quienes fueron amenazados por hombres armados para que desalojaran.
Vecinos de las pequeñas reportaron a las autoridades la situación de riesgo en la que se encontraban, por lo que detuvieron a los adultos de la vivienda.
Pese a existir una orden de desalojo, los inquilinos se negaron a abandonar la vivienda, llamando así a familiares y amigos que ayudaron a agredir tanto al abogado como a los policías.