La mujer de nombre Kenia Itzel caminaba junto a su pareja cuando se toparon con una balacera; uno de los proyectiles la alcanzó, quitándole la vida casi al instante.
Al hallazgo de una cabeza humana con un mensaje criminal siguió el abandono de más restos humanos al sur de Veracruz, todo esto en menos de 12 horas y bajo el mismo modus operandi.
Dos hombres armados increparon al propietario del bar Jalisquito, en Minatitlán; al negarse a la extorsión abrieron fuego contra él, lo que provocó la reacción del dueño hasta matar a sus hampones.