Comunidad 'La Caldera' en Irapuato luce solitaria y sin vigilancia tras hallazgo de fosa clandestina
Cinco días después del cateo en la finca de La Calera, en Irapuato, la comunidad permanece desierta, sin patrullas ni presencia oficial.
A cinco días del cateo realizado por la Fiscalía General del Estado en una finca de la comunidad La Calera , en Irapuato, el lugar permanece sin vigilancia visible y con un ambiente de incertidumbre. Las calles lucen solas y las puertas cerradas.
En el camino de terracería que conecta con la propiedad intervenida, donde se han exhumado al menos 60 cuerpos según cifras extraoficiales, ya no hay cintas amarillas, ni agentes, ni patrullas. Solo hay hojas de evidencia en el portón de la finca donde advierten que quien intente romper los sellos de aseguramiento puestos por una orden de una autoridad, se le aplicará de uno a cinco años de prisión y de diez a cincuenta días de multa.
- Te recomendamos Hallan ropa y restos humanos en Cerro del Padre en Tarimoro, Guanajuato Comunidad

Los vecinos, pocos dispuestos a hablar, narran en voz baja lo que vivieron los días previos al operativo. Uno de ellos, que pidió omitir su nombre, asegura que fue el movimiento de maquinaria lo que desató el olor.
“Empezó a oler hasta que vino con la maquinita y empezaron a mover, hasta ahí olió, para que le eche a la gente, para que dicen, pues yo aquí vivo, yo aquí ando, yo aquí estoy. Olía a carne podrida, como si hubieran movido un estiércol, cosas así. O sea, tampoco puedo decir exactamente que a perro muerto, o sea, olía, daba un olor que no era normal, pero no puedo decir que era esto”, declaró.
Otro habitante describe el hedor como algo que alteró la rutina del lugar y describiendo ese olor como a “perro muerto”.
“Olía a algo feo, como a perro muerto”, dijo sin titubeos.
En el recorrido realizado por Milenio, acudimos a la parroquia de la comunidad, donde el párroco Lucas, indicó que por cuestiones de la arquidiócesis no puede emitir una declaración oficial. No obstante, precisó que existe temor en los feligreses por la violencia que se ha vivido en los últimos meses en la ciudad.
“Estamos viviendo tiempos delicados en los que debemos cerrar filas, ser prudentes en aquello que se dice en los medios de comunicación y no permitir de ninguna manera que por una declaración hecha sin sustento o sin suficientes información podemos vernos envueltos en un escándalo mayor”, se lee en un comunicado.
La comunidad Calera en se ha paralizado sin que nadie les explique nada solo lo que pueden observar en redes sociales. No hay presencia de seguridad municipal, estatal ni federal. Y aunque el miedo existe, parece estar contenido entre la resignación y la costumbre.
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
-