El área afectada es la ciudad de El Reno, situada en las afueras al oeste de Oklahoma; también fueron destruidos un motel, un estacionamiento de casas rodantes y un concesionario de automóviles.
La medida, que entra en vigor en noviembre, fue aprobada por el parlamento local convirtiéndose así en la primera ley firmada por el nuevo gobernador republicano Kevin Stitt.