La avioneta se encontraba realizando operaciones de liberación de moscas estériles para combatir la emergencia sanitaria por la presencia del gusano barrenador en el ganado.
A pesar de no ser un diagnóstico grave, Nicola Porcella reconoció que nunca se había sentido tan mal físicamente, y que lo más difícil fue enfrentarlo solo y lejos de su familia.
Paulina se encontraba trabajando cuando sujetos armados la atacaron a disparos, a la llegada de los cuerpos de emergencia, nada se pudo hacer por la vida de la víctima.
Debido al impacto de los contenedores, estos presentaron daños y posteriores fugas de combustible, obligando a las unidades de emergencia a trabajar a contrarreloj.