Qué leer. Pilar Quintana invita a conocer su nueva novela: 'La noche negra'
Una trama ubicada en la selva, donde para estar tomada por fuerzas ocultas, es la que ofrece la autora colombiana en esta obra que presentará este martes en la FIL Monterrey
Pilar Quintana aborda en “Noche negra” la inquietante trama de Rosa, quien decide dejar su vida cómoda en la ciudad para irse con Gene, su pareja de origen irlandés, a construir con sus propias manos una casa en la selva a orillas del mar. Cuando él tiene que irse unos días, ella queda sola en aquel paraje que aún le resulta indescifrable.
Durante ese tiempo, entre noches oscuras, Rosa se enfrenta a las amenazas de la ingobernable naturaleza que la rodea y también a los otros, los vecinos del lugar que la saben sola. Su pasado, además, no deja de acecharla, y su soledad se hace cada vez más profunda y definitiva.
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¿Cuál es el origen de “Noche negra”?
Pues yo viví nueve años en el Pacífico colombiano y ese lugar sirvió de escenario para algunos de mis cuentos, de novelas como “La perra” y ahora “Noche negra”.
De verdad y creo que es un lugar muy importante para mí en mi vida personal y como autora.
Durante una temporada, mí ex marido se fue y me quedé sola en nuestra casa que estábamos construyendo nosotros mismos, y creo que de esa experiencia digamos que yo en el momento en que estaba sola en esa casa pensaba que no la estaba pasando bien, pero después del tiempo después de haberlo vivido, yo seguía pensando en esa experiencia tremenda.
Me parece que fue tan importante que tuve que hacer una novela sobre ella.
¿Y cómo se dio el traslado de esa experiencia al plano literario?
Creo que con mucho trabajo. Planeo mucho la historia que voy a contar. Antes de sentarme a escribirla ya debo tener todo muy claro: los eventos narrativos, los personajes, el universo.
Llevaba yo una especie de diario de trabajo, sabía exactamente a qué hora subía la marea, a qué horas bajaba, qué luminosidad había de la Luna, en qué punto estaba, a qué horas pasaba este evento, a qué horas pasaba el siguiente evento.
Si iba a llover o no iba a llover ese día, cuánto llovía. Entonces creo que ser tan puntillosa y detallista en esa planeación me da gran ventaja para poder describir como si de verdad eso estuviera pasando.
Y hay algo que es para mí muy importante en la literatura y es poder llevar al lector a otro lugar.
A mí me gustan mucho los libros que logran transportarme a otra tierra que no es en la que estoy. Creo que es por la razón por la que leo y también la razón por la que escribo.
Entonces como eso es lo que me gusta leer, quiero hacer eso yo también por el lector. Así me esfuerzo en que el escenario parezca real, que casi el lector pueda sentirlo en la piel.
¿Cómo manejaste esa parte vital de tu novela que es la ambientación de la selva?
Hay que saber dosificar esas informaciones, generar las atmósferas y las tensiones. Creo que siempre cuando escribimos hay una parte que depende como de un olfato natural del escritor para saber cuándo se detiene y narra la escena, el espacio; cuándo acelera la narración y resume.
Dónde se pone la atención, dónde la estira, dónde suelta las informaciones y dónde las retiene.
Pero también yo creo que algo importante que he hecho creo que a lo largo de mi vida, y me he dado cuenta cuando entró a revelar textos, digamos que en la universidad cuando leía textos de Hemingway, García Márquez o Vargas Llosa, yo me encontraba con mis apuntes al lado de cómo se construye el narrador, cómo hacer que el universo narrativo haga esto, cómo conseguir la tensión dramática. Entonces creo que he sido bastante estudiosa de todo el proceso creativo.
¿Qué te deja Rosa como protagonista de esta obra?
Rosa es una mujer que nació en 1940 y yo no tenía muchos referentes de la vida real de personajes nacidos en esa época.
Mi mamá era del 50, mi papá es de los años 30 y Rosa me obligó a aprender y digamos a revisar la historia de Colombia para yo conocer la época en la que ella nació, en la que fue al colegio, en la que sobre todo estudió en la universidad cuando estaba el movimiento estudiantil muy fuerte y ocurrió en Colombia la creación de las FARC.
Digamos de verdad para poder entenderla a ella y al personaje de Fermín, que es su novio de la época, porque eran personajes totalmente ajenos a mis circunstancias, al lugar social en el que yo nací, a la manera de ser de mi familia, y creo que eso fue muy importante, porque me permitió revisar esa historia, pero también conocer otras formas de ver el mundo, diferente al de mis tías, mis abuelos, mis papás.
Yo desde hace cinco años soy la directora de la biblioteca de escritoras colombianas, que es un proyecto que rescata y visibiliza las obras de escritoras clásicas colombianas y creo que conocer esas autoras me enriqueció para entender a Rosa como personaje literario, leer los ensayos de estas autoras, conocer sus vidas, su pensamiento; leer libros de autoras nacidas como ella en los años 40 fue muy interesante.
rcm
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