Dos hombres y una mujer lograron someter a empleados y comensales de la taquería Bravo Sirloin para llevarse las ganancias, un asalto que fue posible a pesar de que la sucursal se encuentra en una zona ampliamente transitada.
De acuerdo a lo señalado por testigo del accidente señalan que la conductora perdió el control de la camioneta y terminó impactando la fachada de la casa.
Los extorsionadores llegaron en varias ocasiones a la tortillería a amenazarlos con pagar una supuesta “protección”, y ante la negativa del dueño, decidieron quemarla.