Sheinbaum vs la oposición: ¿La presidenta sigue el manual populista de AMLO?

La presidenta Claudia Sheinbaum llegó al gobierno con dos frentes abiertos.

Uno interno, con, digamos, las personas que López Obrador dejó incrustadas en el Congreso, en el partido, incluso en la administración pública.

Y otro externo, con los partidos de oposición, algún empresario.

Al principio parecía decidida a depurar la parte interna, es decir, ganar la batalla interna y hacerse del control de su propio partido y de sus bancadas.

Y que empezó, no es que se haya sido muy suave con la oposición externa, pero digamos que ya no era tan agresiva como López Obrador en sus 'Mañaneras'.

De repente todo cambió y se invirtieron los papeles.

Parece haber decidido, yo creo que por asesoría del núcleo duro obradorista que la rodea, atacar, más de endurecerse contra el frente externo, es decir, contra los opositores.

Y se mostró muy claro en el caso de la marcha del 15 de noviembre, de los bloqueos de agricultores y transportistas.

Mientras que decidió capitular ante quienes la tienen asediada ahí adentro, los impresentables Lópezobradoristas que quedan por ahí.

¿Por qué lo hizo insisto, creo que le vendieron esa idea, hay un proyecto para deponerte, hay un plan en tu contra y tienes que endurecerte, tienes que seguir el manual populista.

Los buenos contra los malos, duro contra los malos, que son quienes no están de acuerdo contigo.

Yo no sé si esa actitud, esa decisión le va a dar buenos resultados. Creo que no, porque México necesita crecimiento económico. Y el crecimiento económico no suele darse en un ambiente de crispación, de polarización, de beligerancia.

Veremos.