¡Qué nostalgia! Estos son los lugares de Torreón que solo existen en la memoria de los laguneros
Aunque el pasado se va, los recuerdos permanecen, y con ellos, la oportunidad de contar la historia de una Torreón que sigue cambiando; estos son lugares que no se olvidan de Torreón.
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Estos lugares son más que simples edificios; son cápsulas del tiempo que guardan las historias de quienes los hicieron suyos.
La nostalgia es un sentimiento poderoso, y en Torreón, muchos la experimentan al recordar lugares que formaron parte de su juventud y de la historia reciente de la ciudad.
La década de los 2000, en particular, marcó una época de cambios, y con ella, la desaparición de espacios que hoy solo viven en la memoria de quienes los visitaron.
Desde centros nocturnos que vibraban con música, hasta cines que se convirtieron en templos del entretenimiento, estos lugares son testigos de una Torreón que ya no es, pero que sigue latente en las anécdotas de sus habitantes.
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La Fe: El epicentro de la fiesta norteña
Para muchos, la vida nocturna en Torreón durante los 2000 no se podía entender sin La Fe. Este centro nocturno era el lugar al que miles de personas acudían cada fin de semana para bailar y disfrutar de la música norteña en vivo.
Bandas locales y foráneas se presentaban en su escenario, creando un ambiente de fiesta y comunidad inigualable.
Era un espacio donde se celebraba la música popular, se hacían amigos y se vivían noches inolvidables. La Fe fue un verdadero fenómeno social que, aunque ya no existe, dejó una huella imborrable en la cultura de la ciudad.
La nostalgia de Gigante y el legado de la PVC
El 28 de febrero de 2006, Torreón se despidió de una de sus tiendas más icónicas: Gigante. Durante 20 años, este supermercado fue un punto de referencia para los habitantes de la ciudad, un lugar donde se hacía la compra familiar y se encontraba de todo.
Su ubicación en el cruce de importantes avenidas lo hacía un lugar estratégico y de fácil acceso. Tras su cierre, el edificio permaneció en pie por muchos años hasta que en 2021 fue demolido, dejando un vacío en el paisaje urbano y en el corazón de quienes lo recordaban. Hoy, ese terreno espera un nuevo destino, mientras la nostalgia de su antigua vida sigue presente.
Otro edificio emblemático que hoy se encuentra en el olvido es la antigua Preparatoria Venustiano Carranza (PVC). Este lugar fue por décadas un pilar de la educación en la región, formando a generaciones de jóvenes.
A pesar de que su edificio original ha sido utilizado temporalmente por otras instituciones educativas, hoy se encuentra en un estado de completo abandono.
Su destino pende de un hilo, y muchos temen que corra la misma suerte que la antigua sede del bulevar Revolución y Paseo de La Rosita, que también desapareció después de ser un punto de encuentro para los estudiantes de la ciudad.
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De la comida oriental al cine de barrio
El Palacio Chino, un restaurante que se convirtió en una institución en Torreón, también desapareció para siempre. Ubicado frente a la Alameda Zaragoza, este lugar fue el hogar de la auténtica comida cantonesa por más de dos décadas.
Su cierre marcó el final de una era para muchos amantes de la gastronomía oriental, que acudían a este lugar para disfrutar de sus sabores únicos.
La demolición del edificio dejó un vacío en una de las zonas más céntricas y concurridas de la ciudad, recordándonos que el tiempo no perdona ni siquiera a los lugares más queridos.
Finalmente, ¿quién no recuerda los Gemelos Plus? Estos cines, ubicados en la Calzada Colón, fueron un referente del entretenimiento en Torreón. Con cuatro salas (dos en cada edificio), ofrecían una experiencia cinematográfica de calidad con butacas cómodas, aire acondicionado y una dulcería que no le pedía nada a nadie.
A pesar de la dura competencia, los Gemelos Plus sobrevivieron durante más de 20 años, convirtiéndose en el cine de cabecera de muchos laguneros. Aunque uno de los edificios fue demolido para dar paso a una gasolinera, el otro se mantiene en pie, aunque con una función completamente diferente: ahora es un centro de oración.
Es un final agridulce para un lugar que, en su momento, fue sinónimo de risas, emoción y el simple placer de ver una película en pantalla grande.
Estos lugares son más que simples edificios; son cápsulas del tiempo que guardan las historias de quienes los hicieron suyos.
Nos recuerdan que, aunque el pasado se va, los recuerdos permanecen, y con ellos, la oportunidad de contar la historia de una Torreón que sigue cambiando. ¿Qué otros lugares de los 2000 recuerdas que ya no existen?
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- Patricia Ontiveros
- patricia.ontiveros@multimedios.com
- Editora web de noticias en la Laguna. Egresada de la carrera de Comunicación y periodismo de la Universidad Autónoma de la Laguna UAL. Redactora de noticia roja, comunitarias y política de la Comarca Lagunera.
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