Desbordamiento del río Lerma afecta a 25 viviendas en La Barca, Jalisco; la región enfrenta una ola de inundaciones
Las familias de San Antonio de Rivas en La Barca se disponían a descansar cuando fueron sorprendidas por el incremento del río Lerma, situación que los mantiene preocupados.
La tarde de este jueves, la tranquilidad se vio interrumpida en la delegación San Antonio de Rivas, en La Barca, Jalisco, cuando el río Lerma, al máximo de su capacidad, se desbordó e impactó de lleno en la comunidad.
La furia del agua, que ya había sembrado el caos en otros puntos de la región, esta vez cobró un nuevo rostro de devastación al afectar a unas 25 viviendas. Las familias, que horas antes se preparaban para el descanso, tuvieron que enfrentar la emergencia y la pérdida de su patrimonio en cuestión de minutos.
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El sonido de la creciente se convirtió en una alarma que obligó a los vecinos a luchar contra el tiempo para salvar lo poco que pudieron.
¿Cómo fue la respuesta de las autoridades en el área afectada?
La Unidad Estatal de Bomberos y Protección Civil de Jalisco respondió al llamado de auxilio con prontitud. El personal se trasladó de inmediato al lugar para evaluar los daños y ofrecer apoyo a los afectados. A través de un monitoreo constante, las autoridades buscan dimensionar los estragos, los cuales se suman a una serie de incidentes similares en la ribera del río Lerma.
En La Barca, el desborde no solo amenaza la infraestructura, sino que también pone en riesgo la seguridad de las personas que habitan en la zona. La situación es crítica y las labores de auxilio se centran en brindar atención inmediata a quienes lo perdieron todo.

Amenazas por desbordamientos en el río Lerma
El incidente en La Barca no es un hecho aislado. Se suma a los graves acontecimientos ocurridos el día anterior en Ayotlán, donde la comunidad de La Ribera amaneció en estado de emergencia. Allí, el río Lerma también se desbordó, inundando viviendas y obligando a decenas de familias a evacuar.
La situación en ambos municipios es un reflejo de la vulnerabilidad de las poblaciones asentadas en las orillas de este cuerpo de agua, que ante las intensas lluvias, se desborda y causa estragos a su paso. La memoria de los vecinos de Ayotlán, que habían sido advertidos del riesgo, sirvió para que muchos pudieran salir a tiempo, aunque las pérdidas materiales resultaron ser considerables.

Los recientes sucesos en La Barca y Ayotlán, pintan un panorama complejo para Jalisco. La combinación de las intensas lluvias y un río Lerma a su máxima capacidad ha generado una crisis humanitaria y material que requiere una respuesta coordinada.
La experiencia de los vecinos de Ayotlán, que se mantuvieron alerta ante las advertencias, demuestra la importancia de la prevención y la comunicación entre autoridades y ciudadanos. Sin embargo, la magnitud de los daños materiales subraya la fragilidad de las comunidades.
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La situación exige una respuesta integral y un compromiso a largo plazo. Es fundamental que el monitoreo sea constante y que los planes de contingencia se actualicen y se comuniquen eficazmente a la población. Solo así se podrá mitigar el impacto de futuros eventos; los cuales pudieran provocar daños a la salud por contaminación en el cuerpo de agua.
La solidaridad mostrada por la comunidad en Ayotlán es un ejemplo de cómo la unión puede hacer frente a la adversidad. Ahora, la atención se centra en La Barca, donde las familias necesitan todo el apoyo posible para recuperarse de esta lamentable situación.
LG
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