El incidente tuvo su origen en una manguera de gas que se encontraba en mal estado, la cual comenzó a liberar combustible de manera incontrolada; esto terminó siendo un tormento más grande para los asistentes.
La familia de Guzmán no aceptó el resultado de la primera necropsia y, al detectar huellas de violencia en el cuerpo durante el velorio, solicitó una segunda revisión forense a la Fiscalía Anticorrupción.
Al velorio de Misael Cano acudió la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez, y sus familiares informaron que presentó quemaduras en el 100 por ciento del cuerpo.
Un video difundido en redes sociales muestra un velorio en Olmos, perteneciente a Lambayeque, donde el hombre declarado muerto empezó a moverse dentro del ataúd.