Recién en el mes de agosto, Laima Labastida cumpliría cuatro años como directora del preescolar Antonio María Bucareli, sitio que hoy sirvió de altar para un merecido homenaje.
Tres féretros de distintos tamaños fueron montados en la escuela Primaria General Francisco Villa de Tehuacán, el centro de trabajo donde Rosa Idalia dejó todo un legado de enseñanza.
Esperanza, enfermera de profesión, viajaba junto con su hija en la camioneta Sprinter que terminó hecha trizas en la Supercarretera Puebla-Oaxaca; decenas de personas se reunieron para despedirla en su natal Miahuatlán.
El día del accidente, Alma recibiría su plaza de maestra e iba acompañada de su hermana Luz Clarita; ambas iban en la camioneta que fue impactada por una pipa.
Luz Clarita fue una de las 21 personas fallecidas en la carretera Oaxaca-Puebla; su muerte deja en orfandad a un niño de 10 años, mientras que su gemela aún lucha por sobrevivir.
Deudos, amigos y parientes de víctimas se trasladaron hasta Puebla capital donde fueron enviados 18 de los 21 muertos en la Cuacnopalan-Oaxaca; se dio cita también personal militar.
La joven Alma Lucero necesita una cirugía urgente que ronda los 180 mil pesos, una cifra inalcanzable para sus posibilidades: "ayer perdí a una hija; si el cielo lo permite, la otra vivirá".
Alejandro Armenta exige ampliar la Cuacnopalan-Oaxaca tras el accidente en el que murieron maestros y otras personas que viajaban de Tehuacán a Puebla.
La Mtra. Laima Labastida fue recordada con nostalgia por una amiga de la infancia: “gracias por prestarme tus juguetes”, dijo al enterarse que falleció en la tragedia de la Cuacnopalan-Oaxaca.