El avión, de la compañía Norwegian y con 298 pasajeros, aterrizó de emergencia, luego de que fragmentos de metal cayeran del cielo golpeando los techos de casas y automóviles.
“Se hubiera prohibido volar esos aviones en noviembre y hoy yo estaría disfrutando del verano con mi familia, estaría jugando al fútbol con mi hijo”, declaró el hombre.
El monto se destinará a educación y gastos de manutención de los afectados por los accidentes de Lion Air y Ethiopian Airlines en los que murieron 346 personas.
Las investigadores dijeron que el problema podría arreglarse mediante cambios en el software o reemplazando un microprocesador en el sistema de control de vuelo del avión.