La presencia de la Virgen de Zapopan se ha asociado históricamente con la protección en momentos de crisis, es por ello que se le considera como "patrona" de la localidad.
Se estimó una asistencia de aproximadamente 20,000 personas, quienes participaron en la celebración religiosa y en el recorrido por las principales calles de Chapala.
En la visita de la Virgen de Zapopan a Chapala se encomienda el temporal de lluvias a la bendita imagen, esperando que se incremente el nivel de agua en el lago.
Dentro de la Arquidiócesis de Guadalajara, se han detectado casos de personas que lucran haciendo uso de reproducciones de la Virgen de Zapopan y organizan actividades con ellas.
La costumbre de que la Virgen de Zapopan realizara visitas a distintos pueblos de la ciudad se implementó desde el siglo XVIII. Esta práctica surgió como una expresión de gratitud de los feligreses tapatíos.
Los recorridos de la figura de la Virgen de Zapopan nacieron como un compromiso protector adoptado por la imagen tras su nombramiento como patrona de la ciudad de Guadalajara.
Los feligreses de algunas parroquias se ponen de acuerdo con anticipación, garantizando que todas las calles respeten una misma tonalidad en sus adornos.