Esta semana, Brasil reportó más de 4.000 muertes por coronavirus en un solo día, apenas el tercer país que cruza dicho umbral. Los otros dos han sido Estados Unidos y Perú.
Es el primer caso conocido en Latinoamérica donde las autoridades ocultan el destino de decenas de víctimas del virus y nadie ha explicado por qué se realizaron de forma clandestina.
Tras su salida el expresidente anunció que iba a colaborar con las investigaciones fiscales y poco después anunció que iba a postularse para legislador.