En este proceso se involucran los tres niveles de gobierno para realizar la ampliación de espacios en panteones o buscar un nuevo sitio para la "inhumación masiva de cadáveres".
La pandemia en las últimas semanas ha abrumado a las autoridades sanitarias en Guayaquil, la ciudad más grande y centro del brote en la nación, donde los cadáveres permanecieron en hogares o durante horas en las calles.
El protocolo contempla tres escenarios en caso de muerte por COVID-19; además quedan suspendidas las necropsias y los traslados de cadáveres fuera del Valle de México y el extranjero.
"Incinerar los cuerpos de manera inmediata (...) también podrá enterrarse el cuerpo, si es colocado al interior de una bolsa sellada desde su salida del hospital y con el mínimo de personas presentes", recomendó el ISSSTE.