Un grupo de vecinos de la colonia Universidad acusan que desde hace tres años padecen un fuerte problema de contaminación por la cremación de cadáveres.
Las funerarias se enfrentan no solo al riesgo de manejar cadáveres infectados, también se suma el conseguir un espacio para incinerar los cuerpos en el periodo legal impuesto, así como obtener un certificado de defunción.
El Hospital Regional General Ignacio Zaragoza requirió el servicio del 28 de abril al 5 de mayo, debido a que se superó su capacidad para resguardar cadáveres en el área de patología.
El Hospital Regional Zaragoza se ha saturado, ya que familiares de personas fallecidas por coronavirus COVID-19, tardan hasta tres días en llevarse a sus difuntos.