Agentes de la UECS sometieron a un menor como si fuera un delincuente: lo trasladaron esposado, lo amenazaron y lo encerraron en separos. Su familia denuncia tortura y violación de derechos humanos.
Felipe López, uno de los afectados, relató que cuando el río se desbordó, su familia tuvo que subir a la azotea para resguardarse; comentó que el problema de las inundaciones es constante.
El obispo auxiliar insistió en que ‘Dios nos abraza con misericordia’ en medio del sufrimiento, por lo que es importante pedir por las víctimas de violencia.
Patricia y Mariana se conocieron en la adolescencia y pese a las críticas y el rechazo, construyeron una familia basada en el amor, la honestidad y el respeto.
El hecho fue documentado en una transmisión en vivo que se realizó desde Saltillo, lo que permitió que familiares de los involucrados lograran ubicarlos.