La carta escrita en el pedazo de muro no es una posición política, sino un agradecimiento del pueblo de Alemania, señaló la empresa encargada del traslado.
Un escultor francés realizó una réplica del famoso muro elaborándola con 200 kilos de chocolate, donde los transeúntes pudieron pasar a verlo y llevarse consigo unos cuantos pedazos para el postre.
Durante el servicio en una pequeña capilla cerca de donde alguna vez estuvo el muro, la canciller alemana, Angela Merkel, recordó a quienes fueron asesinados o encarcelados por intentar huir de Alemania Oriental.
El pasaje fue construido por un grupo de personas que logró escapar a Berlín occidental y que querían ayudar a amigos y familiares a huir, sin embargo autoridades lo destruyeron parcialmente antes de que pasara.