Las familias poblanas transforman el dolor en celebración, llenando el panteón con anécdotas, canciones y ofrendas que honran las vidas de quienes se adelantaron.
Alicia González revivió tras 38 años cómo el 'Divo de Juárez' la miró entre la multitud y le dedicó el coro de "Yo no sé qué me pasó" en un concierto de 1986.
Durante la "conmemoración de los fieles difuntos", Mons. Sánchez Espinosa también invitó al Congreso Misionero y se abrió al público la Cripta de los Obispos.
Raúl García relató que policías municipales de Chalchicomula de Sesma ingresaron sin orden judicial a una vivienda y lo golpearon hasta provocarle fracturas en las costillas.
En este pueblo mágico de Puebla, Margarita Reyes Chapero y su hija Alicia mantienen viva el arte del alfeñique que adorna las ofrendas del Día de Muertos.