Luz y Billy, dos historias de maltrato animal unidas por la tragedia en Tehuacán
La agresión contra el joven Misael destapó otro caso de maltrato animal en Tehuacán: Billy, perrito de la familia agresora, fue ignorado por la muchedumbre y quemado dentro de la vivienda.
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Luz, una de las perritas rescatadas, padece sarna en estado avanzado / Especial
Billy, asustado por los gritos, las detonaciones de arma de fuego al aire y las llamas que lo amenazaban, logró escapar del fuego para refugiarse a los pies de un desconocido que estaba cerca de la casa a la que le prendieron fuego en la Colonia Niños Héroes, en el municipio poblano de Tehuacán.
Se trata de una mascota que pegó su cuerpo junto al de un hombre en señal de ayuda para salvar su vida.
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Al mismo tiempo, Luz, otro canino, caminó y buscó refugio sin encontrar un lugar para comer, pero sobre todo en el que pudiera curar las heridas que tenía a flor de piel como una muestra del abandono en el que había vivido
Se trata de historias distinta unidas por una cosa en común: la tragedia, pues mientras uno de los canes fue ignorado y quemado junto a una vivienda, otro de ellos vivió en al abandono y rechazo social durante meses.
Billy, el perrito que tuvo que ser rescatado tras incendiarse su vivienda por el caso Misael
Billy es hermano de Fénix, dos perritos que vivían en el domicilio que fue incendiado el 21 de Mayo perteneciente a los agresores del joven Misael, donde quedaron atrapados entre el caos, el humo y gritos de una turba. Los dos fueron rescatados; Fénix al día siguiente fue encontrado sumergido en agua para curarse las quemaduras que sufrió.
Mientras que Billy, quien estaba atado con una cadena, logró escapar y salir del infierno en que se convertía su hogar. Estaba aturdido, tenía miedo por lo que estaba pasando y en medio de esto salió corriendo para buscar refugio.
La persona lo resguardó. No tenía quemaduras visibles, pero en su interior hay un daño que únicamente lo hacía gemir. Tiene un comportamiento alterado, aunque días atrás no comía, no ladraba, estaba inquieto.
Su caso fue expuesto al Instituto de Bienestar Animal (IBA) del Estado y ahora está recibiendo terapias para sanar su alma, su mente, dice Catalina Aguilar Delgado, responsable del área jurídica de Tac en Tehuacán.
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Luz, perrita con sarna avanzada que fue rescatada de las calles de Tehuacán
Por otro lado está Luz, de quien se refirió que es una perrita comunitaria. A pesar que su precaria condición era invisible para muchas persona, solo Uriel, un joven que caminaba por calles de la colonia América, la observó y pidió la intervención de la citada representación, quien recogió al animalito y reveló que padece sarcoptes scabiei (sarna) en grado avanzado.
Por su estado de salud la perrita está dañada emocionalmente además de padecer miedo y dolor. Es por ello que fue trasladada para recibir atención de un médico veterinario y tener un seguimiento para que recupere su salud.
Estas son dos historias de mascotas como muchas otras en donde se evidencia la falta de sensibilidad de las personas que iniciaron con una responsabilidad y después no la asumieron.
Catalina Aguilar lamentó que los casos de maltrato animal en Tehuacán y la región vayan en aumento por actos negligentes de los tenedores, a quienes el área de Bienestar Animal les pueden fincar responsabilidades penales, solo así se podrá detener este tipo de omisiones que lastiman a los seres sintientes.
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