“Nadie vio nada, fue como si la tierra se lo hubiera comido”: así denunció la madre de Rafita su desaparición en Puebla

En plena crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, la Fiscalía de Puebla fue notificada sobre la desaparición de Rafael H. V., un pequeño infante que tenía 12 años de edad cuando presuntamente desapareció luego de salir a la tienda en el domicilio de Alfredo, su padre.

La historia dio un giro muy distinto cinco años después, ya que el menor fue localizado sin vida en el patio del hogar que compartía con su padre y madrastra, de quienes se desconoce el paradero casi después de reportar la desaparición del menor en medio de una serie de inconsistencias e irregularidades que no pasaron desapercibidas por la madre real del menor.

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Pero la emergencia sanitaria parecía jugar en contra a Teresa, madre de Rafita, ya que ante la incertidumbre sobre la enfermedad y con un pico creciente de muertes por la misma hubo algunas deficiencias en la investigación que, lejos de ser rigurosa, presentó flaquezas por parte de la Fiscalía de Puebla.

Padre de Rafita denunció su desaparición y luego ignoró los citatorios de la FGE: “no hay rastro, nadie vio nada”

Alfredo y Teresa compartían la custodia de Rafita tras consumar su separación como matrimonio. Sin embargo, el menor vivía con su padre, su madrastra y las hijas de esta última en un domicilio ubicado en la colonia Playas del Sur, en Puebla capital.

La desaparición del menor estuvo envuelta en algunas inconsistencias desde el primer momento. De entrada, la fotografía que Alfredo presentó ante las autoridades para denunciar la presunta desaparición no tenía nada que ver con el niño.

Después, el propio padre inició una aparente evasiva en contra de Teresa que comenzó como silencio. Fue la madre del hombre quien notificó a su nuera sobre lo sucedido: el menor había salido a la tienda para comprar frijoles y después de ello no volvió a ser visto nunca más.

Con los años la investigación siguió su curso y las noticias respecto al padre comenzaron a escasear. Esto se debe a que el hombre fue acusado de cortar información e incluso de no acudir a los citatorios de la Fiscalía de Puebla, quienes tampoco lograban avanzar en su investigación.

Para finales del 2021 llegó un punto en el que las llamadas de Teresa ya ni siquiera eran respondidas. Fue entonces que la situación se tornó sospechosa debido a que el hombre nunca más volvió a responderle, mientras que la familia aseguraba no saber nada de él.

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Ya sin la FGE, Teresa emprendió la búsqueda de Rafita

La información proporcionada por la Fiscalía de Puebla seguía siendo escasa. Sumado a las complicaciones por la pandemia, no había avances significativos ni material disponible para tratar de dar con el paradero de Rafael.

“Fue como si la tierra se lo hubiera comido”, dijo Teresa a la periodista Alba Espejel en 2022, esto luego de asegurar que los vecinos no accedieron a facilitarle las grabaciones de sus cámaras de seguridad con las que pretendía buscarlo.

Pero la intención no murió ahí, ya que Teresa inició un viacrucis para tratar de saber algo de su hijo. Visitó tiendas, hospitales, preguntó a las personas que se cruzaban en el camino y ni siquiera así pudo obtener información relevante.

La aparente ineficacia de la Fiscalía poblana llevó a Teresa a solicitar el apoyo de un grupo de búsqueda para probar otros métodos. Pero el rechazo y ausencia por parte de Alfredo se mantenía firme.

“Es desgastante porque no sé dónde está”, abundó Teresa en dicha entrevista con Alba Espejel, sin embargo, aún con todo el camino recorrido sin hallar una sola pista refirió que eran las ganas de volver a ver a su hijo las que le daban fuerza para continuar su búsqueda. Era eso y su otra hija, quien también la alentaba para no bajar los brazos: “me sentía tranquila al saber que estaba con su papá, pero ahora ya no sé nada”.

Cinco años después, hallan el cuerpo de Rafita enterrado en el que solía ser su hogar

Teresa no pensó acertar en una de sus predicciones. El pequeño Rafita sí estaba debajo de la tierra, aunque no por voluntad, ya que para llegar al punto donde fue hallado es porque alguien tuvo que haberlo puesto ahí no importando que se tratara de un menor de edad.

Fue en abril de 2025 cuando la madre fue notificada sobre los restos óseos que fueron hallados en el patio del domicilio, mientras que para el 10 de junio pudieron confirmar que se trataba de Rafita luego de someter las muestras a exhaustivas pruebas forenses.

La fiscal de Puebla, Idamis Pastor, dejó entrever que el padre y madrastra se encuentran prófugos luego de haber huido del estado desde hace ya varios años. No obstante, ya se trabaja para integrar las órdenes de aprehensión correspondientes contra quienes resulten responsables.

Este 2025, el pequeño Rafael H. V. habría cumplido 17 años de edad. La tragedia lo alcanzó antes. Hoy, a cinco años de lo que parece ser un crimen, el pequeño niño acólito que sirvió a una iglesia de la comunidad es recordado en la memoria de quienes jamás perdieron la esperanza de volverlo a ver.

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