“Iban a matarnos”: Atacan a balazos a madre e hija en Tlaquepaque; ya había denuncias por amenazas
La hija de Carolina, una adolescente de 17 años con discapacidad motora y auditiva, se encontraba sola dentro del hogar al momento del ataque.
Lo que parecía una tarde más en el fraccionamiento Parques de la Victoria se convirtió en una pesadilla para Carolina Pajarito Arámbula y su hija de 17 años, quien vive con discapacidad motora y auditiva.
El pasado 25 de julio, alrededor de las 18:22 horas, sujetos armados dispararon contra su domicilio. Nueve detonaciones sacudieron la vivienda, una de ellas llegó hasta la habitación donde se encontraba la menor, sola en casa.
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“Esto fue porque iban a matarnos”, denunció Carolina, madre de familia, estudiante de Derecho y trabajadora de la Universidad de Guadalajara.
El ataque no solo dejó huella en las paredes de su casa, sino también en su voz: temblorosa, pero firme.
“Yo espero que no sea la última vez que doy entrevista, porque si no, para la siguiente te la va a dar mi hermano y te va a decir: ‘mi hermana sí avisó que la querían matar y no hicieron caso’”, expresó.
¿Qué denuncias había realizado Carolina previo al ataque?
Carolina ha denunciado desde 2018 a su expareja por violencia económica, física y abandono familiar. Pese a contar con seis carpetas de investigación, solo una ha sido judicializada.
La omisión de las autoridades, las postergaciones judiciales y la lentitud en las investigaciones han colocado a madre e hija en un riesgo que ya no es solo legal, sino de vida.
El día del ataque, Carolina se encontraba ampliando su declaración en una carpeta de investigación. Fue en ese preciso momento cuando ocurrió el atentado.
“Era alguien que sabía, porque llevaban inhibidor de cámara”, declaró.
El temor se volvió insoportable. Desde entonces, ambas han abandonado su hogar y se refugian en un espacio mínimo, con lo poco que pudieron rescatar. Viven con miedo, pero también con la decisión de no callar.
La joven hija de Carolina, por su discapacidad, no comprendió del todo lo que ocurría.
“No es una niña que esté relacionada con eso (la violencia), pero me pongo a pensar si le hubiera tocado el balazo, como al niño de Tlajomulco”, señaló.
La madre, expresó su temor haciendo referencia al caso reciente de un menor de 8 años que fue asesinado a balazos en Tlajomulco, mientras se encontraba viendo la televisión.
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¿Cuál es la exigencia de Carolina a las autoridades?
Además del trauma emocional y el peligro latente, Carolina enfrenta una lucha económica. La falta de pensión alimenticia ha hecho cuesta arriba su esfuerzo por sostenerse y cuidar de su hija.
“A lo mejor se quitan un peso de encima y ya no pagan dinero”, comentó con indignación, aludiendo a un posible móvil detrás del atentado.
Hoy, Carolina lanza un llamado urgente a las autoridades de Jalisco: que se actúe antes de que ocurra una tragedia mayor.
“Por favor que nos ayuden, porque la siguiente ya no voy a estar, yo creo que ya voy a estar muerta”, sentenció.
Su caso pone en evidencia una de las más graves fallas del sistema de justicia: cuando la protección llega tarde, si es que llega. Mientras tanto, Carolina y su hija sobreviven con miedo, esperando que la justicia, esta vez, no llegue solo después del silencio.
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