Ya se sienten ganadores

SE TERMINAN LAS CAMPAÑAS Y CONFÍAN EN LAS ENCUESTAS.- Mientras que en estos momentos ya hay muchos resultados de encuestas, algunos de los candidatos se llevan los cierres de campañas tranquilos, ya que al sentir que van arriba en las preferencias, lo que menos quieren es cometer errores. En Torreón se puede ver que Román Alberto Cepeda, candidato de la alianza PRI, PRD-UDC, se ve muy tranquilo, confiado en el trabajo realizado tanto en la presidencia municipal como en su campaña por las tardes, además, son varias encuestas que lo tienen arriba de su rival político Shamir Fernández, abanderado de Morena, al cual se le empieza a notar más desesperado al sentirse abajo y además, por la cantidad de ataques que está recibiendo en las redes sociales. 

En lo que a las diputaciones federales se refiere, se comenta que la morenista Cintia Cuevas le habrá de dar un buen susto al priísta Hugo Dávila, de quien se comenta que le faltó bajarse más a nivel pueblo, de estar con las bases, mientras que la abanderada del partido en el poder, cuenta con mucho apoyo de la gente a la que se dice que apoyó mientras fue delegada de Bienestar. 

Que en lo que a la senaduría se refiere, el que va sobre caballo de hacienda es Miguel Riquelme, quien tiene el triunfo asegurado y les habrá de dar una manita a los demás candidatos. 

Comentan que la que anda triste, molesta, enojada, es Cecilia Guadiana, ya que ella si que ha gastado suela, ha hecho campaña de altura en busca de una silla en el Senado de la República, mientras que su compañero Luis Fernando Salazar, se aparece cuando le conviene y ahora que estuvo Claudia Sheinbaum en Saltillo, ahí estuvo a su lado. 

Esta es una de las injusticias de la política, ya que no premia al o a la que trabaja y al que se la pasa en la hamaca, recibirá su premio. Se acaba el tiempo, unos están confiados y deben de recordar que en las urnas todo puede cambiar este próximo domingo. Además, los votantes deben de salir a emitir su sufragio por quien consideren la mejor opción, ya que después no se vale quejarse.

Walter.juarez@milenio.com