Sometimiento por sometimiento, simplemente no

Soy un convencido del respeto a la autoridad, porque si no partimos de ese precepto habrá anarquía, nos guste o no vivimos en un modelo social con escalafones institucionales a los que debemos reconocimiento y atención, pero mucho antes de eso, el espíritu de la creación de las corporaciones, órganos o dependencias son el servicio y protección a la comunidad, es decir, antes del respeto irrestricto tendría que estar garante el servicio y bienestar común.

Hace algunos días, un grupo de hombres de origen coreano paseaba en las calles del Distrito Colón (seguramente por diversión) cuando un coche de pronto embistió a uno de ellos causándole la muerte de forma instantánea. 

Cuenta Emmanuel Azpilcueta que cerca de las dos de la mañana estaba esperando a su amigo Héctor quien había salido de fiesta y no podía manejar debido a que había ingerido alcohol, Emmanuel estaba comprando unos "burritos" y vio la escena completa porque minutos antes había intercambiado algunas palabras (a manera de intérprete) con los coreanos. 

Debido a la zona, la policía llegó de inmediato y acordonó el lugar, hasta aquí todo bien, pero cuando los elementos pidieron a la gente (incluidos los coreanos) qué explicara lo que había ocurrido Emmanuel quiso participar y (seguramente) con los ánimos caldeados no fue muy bien visto por los policías quienes, luego de intercambiar amenazas, insultos y demás, lo detuvieron y literalmente después "al bote".

Emmanuel llegó a "La Colón" y ya lo esperaban, uno de los policías le dijo: 

"Ya mamaste" (que hasta la fecha no entiendo exactamente qué quiso proponer con esa idea), en fin, pues Emmanuel efectivamente mamó (¿?), pasó una noche en la cárcel y tuvo que pagar la multa correspondiente. 

Me pareció importante conocer la opinión del Comisario César Perales, el director de la Policía porque esta no es la primera vez que ocurre una situación de tal naturaleza:

Recuerda a Andrés Gallegos, el joven que iba a dejarle comida a su padre y fue detenido por unos policías quienes terminaron por romper su celular y amenazarlo de muerte o a Emilio Hoyos quién literalmente fue secuestrado y robado por dos integrantes de la corporación. 

Si hubiera sido el caso aislado de Emmanuel podríamos dudar del actuar de la policía, pero tantos, creo que merece un ojo tanto del Comisario como de la administración municipal, pero lejos de comenzar una investigación y con esto darle certeza a la ciudadanía, César Perales tajante dijo que nadie podía violar el perímetro y que Emmanuel había alterado el orden público, cuando solamente el joven trataba de traducir la experiencia de los coreanos a los elementos policiacos, así que sometimiento por sometimiento, simplemente no.

angel.carrillo@multimedios.com