Una rayita más al tigre
- Vertebral
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Editorial Telediario
Lían (con solo dos años de vida) brincaba en la cama (como todos lo hicimos).
De pronto una mala pisada o un mal salto lo llevó a estrellarse en el espejo de un ropero en aquel cuarto. El niñito se hirió en la axila, su madre aterrada lo llevo a tres hospitales y de dos la echaron.
Primero la mujer llegó al Seguro Social (una rayita más al tigre) donde se percataron de que la herida era de consideración, un asunto serio pues, por lo que le pidieron un "depósito" de 75 mil pesos, por supuesto que la familia nos los tenía.
La mamá de Lían, Zaira se comprometió a conseguirlos al día siguiente, planteamiento que por supuesto fue rechazado.
Desesperada, la familia de Lían corrió al Hospital Universitario donde lo podrían haber atendido pero no tenían pediatra y la última opción fue el Infantil, donde aceptaron al niño.
Ahí les pedían cinco mil pesos (solamente llevaban mil 500) desafortunadamente Lían había perdido para entonces mucha sangre, lo que generó un infarto que lo mató.
La familia no tiene dinero evidentemente, vive en una situación precaria y en medio del dolor y la ignorancia no supo qué hacer, cómo actuar, a dónde acudir, con quién denunciar.
La abuela de Lían lloraba en la casa donde lo velaron, dijo que no tenían "cabeza" ´para nada, que el papá del niño estaba arreglando un terreno en un panteón en el ejido San Antonio de los Bravos donde sus hermanos iban a "escarbar" para enterrar al niño, es decir, ellos mismos iban a cavar la tumba de su menor familiar, qué tragedia ¿No?
Es importante destacar que en el trayecto, un paramédico de la Cruz Roja al ver que en el Seguro no iban a atender al niño, se ofreció para ingresarlo como familiar para que pudieran atenderlo y se lo negaron, le dijeron que el trámite se tardaba cinco días y que no se reflejaría en el momento.
El tema es que hoy el niño murió por una cosa o por otra, por la falta de oficio médico, por una falla al juramento que todos los doctores hicieron al graduarse, por indolencia, por desinterés.
Perdónanos Lían, no pudimos cumplirte a pesar de que el derecho a que recibieras atención médica está consagrada en la Constitución de nuestro país, debimos ser garantes de que estuvieras atendido, desafortunadamente los abismos del deber al hacer son profundos, tanto que hoy ya no estás con nosotros.
angel.carrillo@multimedios.com
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