Conoce a Francisco Cisneros; 26 años de servicio en el Heroico Cuerpo de Bomberos
De niños, todos sueñan con ser policías, médicos, enfermeras, soldados o bomberos.
Durango.- De niños, todos sueñan con ser policías, médicos, enfermeras, soldados o bomberos; sin embargo, no todos llegan a materializar dicho sueño, ya que, los tiempos, las metas y la vida misma, marcan otros caminos.
Pero, el caso de Francisco Cisneros Valdespino, quien actualmente es bombero del Heroico Cuerpo de Bomberos de la capital duranguense, no fue así; y hoy a 26 años de servicio y dos accidentes graves que casi le cuestan la vida, demuestra que, cuando hay pasión por la profesión, nada hará que los detengan.
Así inició.
Fue un enero de 1994, cuando Francisco Cisneros, decidió ser bombero, gracias a que veía a su hermano; y sin duda soñaba en usar el uniforme y trasladarse en los camiones para sofocar incendios; “yo lo veía que iba en los camiones atrás, que ayudaba a las personas y demás situaciones que se me hicieron padres; y él fue el que me dijo que fuera” comentó.
Así, señaló que, por un tiempo solo fue voluntario, pero al paso del tiempo se abrieron plazas y él fue de los elegidos.
La profesión algunas veces cobra facturas.
A pesar de que, se sabe que, en algunas profesiones los riesgos que se corren son altos, como es el caso de los bomberos, Francisco nunca llegó a pensar que, algo malo le llegaría a pasar, cambiándole la vida sin aviso.
Y es que, de acuerdo a lo relatado, el apreciado y reconocido bombero dijo que, sufrió dos accidentes fuertes.
“El primer accidente que tuve, fue en el tráiler pipa el 14 de septiembre de 1999, cuando chocamos con el tren, a la altura de la camionera y nos arrastró como 600 metros; parecía que íbamos en una licuadora y esos golpes hicieron que, mi vista comenzara a fallar” detalló.
Sin embargo, este solo sería el inicio, ya que, para noviembre del mismo año, Francisco se quedó atrapado en una bodega de un aserradero, rodeado de grandes llamas de fuego que, lo que provocó que las retinas de sus ojos se quemaran; “en ese tiempo no teníamos tanto equipo como el que hay ahorita y por esta razón pues nada se pudo hacer” indicó.
Inicia el cambio y la lucha.
Una vez que, sufriera tan terrible accidente Francisco, fue canalizado a diferentes instituciones tanto en la entidad como al interior de la república; todo con el objetivo de buscar la forma de ayudarlo y que, el daño fuera el menor posible, pero esto no obtuvo ningún resultado.
Y como resultado, Francisco comenzó a caer en depresión, e incluso a decir de sus compañeros, en ocasiones llegó a pensar que, ya no tenía algún motivo para vivir.
“Con el tiempo me fui recuperando, duré un año incapacitado y mis compañeros me visitaban, me echaban ánimos y nuevamente me volvieron a reincorporar” dijo.
¡Francisco es un ejemplo!
Por su parte el Capitán de la Estación número 2 de bomberos, César Chavira Luevanos dijo que, después del accidente de Francisco, la unidad de bomberos lo estuvieron apoyando de diversas maneras, tanto con platicas, visitas, como con recursos económicos, ya que las circunstancias que enfrentaban, así lo demandaban.
“Su desempeño después del accidente ha sido muy grande, a nosotros nos ayuda mucho en las búsquedas, ya que, estas son a obscuras y por los sentidos que él ha desarrollado, nos ayuda y obtenemos excelentes resultados; pero, sobre todo, Francisco es un ejemplo para las nuevas generaciones” afirmó.
Sin duda, así como Francisco, existen muchas otras personas que demuestran que, a pesar de las adversidades, las malas rachas y las sorpresas de la vida; el amor, la pasión por la profesión y el querer salir adelante, son más grandes y fuertes que derriban todas las barreras, y por esta razón, está a punto de cumplir 27 años de servicio, asegurando que, el solamente se retirará el día que se muera.
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