¿Tiene que ver con su accidente? Estas son las posibles causas de la parálisis facial que sufre Lucas Ocampos

El Club de Futbol Monterrey ha encendido las alarmas en el cierre del año tras confirmar que el atacante argentino Lucas Ocampos no podrá formar parte del arranque de la pretemporada rumbo al Clausura 2026.

Según los reportes emitidos por la institución, el jugador presenta una parálisis facial que afecta la hemicara izquierda, una condición que fue detectada de manera oportuna por el equipo médico del club durante las evaluaciones iniciales.

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Esta noticia llega en un momento de transición para el futbolista, quien se encontraba en la fase final de recuperación de una fractura sufrida recientemente.

Es importante recordar que, el pasado 25 de noviembre, Ocampos protagonizó un percance que fue captado por cámaras de seguridad en su complejo residencial, donde se le vio descender por una pendiente a bordo de un scooter eléctrico.

Si bien aquel incidente resultó en lesiones físicas que lo mantuvieron al margen, el cuerpo médico de los Rayados ha sugerido que este nuevo diagnóstico de parálisis facial podría no tener un vínculo directo con el accidente previo, orientando la investigación médica hacia un origen de carácter biológico y no traumático.

Por el momento, la prioridad de la ‘Pandilla’ es el bienestar integral del jugador, por lo que se ha decidido excluirlo de las cargas físicas habituales para evitar cualquier riesgo que retrase su regreso a las canchas.

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¿Qué pudo haber causado la parálisis facial de Lucas Ocampos?

La condición que aqueja al futbolista ha sido identificada preliminarmente como una parálisis de probable etiología viral, también denominada frecuentemente como Parálisis de Bell.

Este padecimiento se manifiesta como una pérdida de control o debilidad repentina en los músculos de un costado del rostro, lo que puede provocar desde dificultades para gesticular y sonreír hasta la incapacidad de cerrar el ojo del lado afectado.

Otros síntomas asociados incluyen dolor de cabeza, alteraciones en el sentido del gusto y una sensibilidad incrementada a los sonidos en el oído correspondiente.

En cuanto a los orígenes específicos, los especialistas vinculan esta inflamación del nervio facial con la reactivación de ciertos microorganismos.

Entre los virus que podrían haber desencadenado este cuadro clínico se encuentran el herpes simple, el virus de la varicela-zóster o el virus de Epstein-Barr (responsable de la mononucleosis).

Asimismo, otras infecciones respiratorias causadas por adenovirus o incluso la influenza tipo B figuran como posibles causantes de esta interrupción en las señales nerviosas.

Ante esta situación, Ocampos ha iniciado un protocolo de recuperación que incluye un reposo absoluto de siete días.

Una vez cumplido este periodo, será sometido a una nueva valoración para determinar si la inflamación ha cedido y si está en condiciones de reintegrarse a los trabajos bajo el mando del cuerpo técnico.

Mientras tanto, el club mantiene una postura de calma, confiando en que el argentino pueda superar este obstáculo de salud pronto y volver a ser una pieza clave para el esquema del equipo en el próximo torneo.

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