Hombres armados atacan escuela católica y raptan decenas de alumnos
Un comunicado del gobierno del estado de Níger destacó que el ataque ocurrió a pesar de una advertencia de inteligencia, y criticó a la Escuela St. Mary.
La crisis de seguridad y la ola de secuestros en Nigeria escalaron drásticamente el viernes, luego de que hombres armados asaltaran una escuela católica en el estado de Níger, llevándose consigo a un número indeterminado de alumnos y personal docente.
El ataque tuvo lugar en la Escuela St. Mary, una institución católica ubicada en la comunidad de Papiri, municipalidad de Agwara. Abubakar Usman, secretario del gobierno del estado de Níger, confirmó el incidente, aunque no precisó el número de víctimas. No obstante, la televisora local Arise TV reportó que 52 alumnos habrían sido secuestrados.
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Una cadena de ataques en la región
Este secuestro masivo se produce días después de que la nación más poblada de África fuera sacudida por incidentes similares:
• Estado de Kebbi: El pasado lunes, 25 niñas fueron capturadas de una escuela secundaria.
• Estado de Kwara: Un ataque a una iglesia dejó dos muertos y 38 feligreses secuestrados, por quienes los captores exigen un rescate de 100 millones de nairas (aproximadamente $69,000 USD) por persona.
La Jefatura de la policía estatal de Níger informó que fuerzas militares y de seguridad se han desplegado en Papiri.
La escuela St. Mary’s es una institución de secundaria, que atiende a menores de entre 12 y 17 años, si bien algunos testigos reportan el secuestro de niños de apenas 7 a 10 años.
Fallas de seguridad y desesperación familiar
Testimonios desde la comunidad reflejan la desesperación. Dauda Chekula, de 62 años, lamentó que cuatro de sus nietos, de entre 7 y 10 años, estén entre los secuestrados.
"Los niños que pudieron escapar se han dispersado... los atacantes todavía se están moviendo con los niños restantes hacia el bosque”, relató Chekula.
Un comunicado del gobierno del estado de Níger destacó que el ataque ocurrió a pesar de una advertencia de inteligencia, y criticó a la Escuela St. Mary por haber reabierto "sin notificar o pedir autorización del gobierno del estado, exponiendo así a los alumnos y al personal a un riesgo evitable."
Sin embargo, residentes como Umar Yunus señalaron que en la escuela solo había arreglos de seguridad locales, sin presencia policial o gubernamental al momento del asalto.
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La Diócesis Católica de Kontagora, Nigeria confirmó que un miembro del personal de seguridad resultó "gravemente herido de bala" durante el ataque.
Respuesta presidencial y crisis de inseguridad
Ante la escalada de violencia, el presidente nigeriano Bola Tinubu canceló su participación en la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Sudáfrica este fin de semana.
El vicepresidente Kashim Shettima, quien representará al país, prometió que se usarán "todos los instrumentos del Estado para traer a estas niñas a casa y asegurar que los perpetradores de esta maldad enfrenten todo el peso de la justicia”.
Analistas y pobladores responsabilizan de la inseguridad a la impunidad y la corrupción, que limitan el suministro de armas a las fuerzas de seguridad y mantienen un suministro constante a las pandillas.
Estas bandas, que suelen ser expastores en conflicto por recursos con las comunidades agrícolas, a menudo se centran en las escuelas para obtener rescates y llamar la atención.
Desde el infame secuestro de 276 niñas de Chibok hace más de una década, se estima que al menos 1,500 estudiantes han sido secuestrados en la región, convirtiendo a los raptos por rescate en el rostro de la inseguridad en Nigeria.
EC
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