Enfermera finge tener cáncer terminal para recibir millonaria pensión, ¿cuánto dinero consiguió?
Amanda Muir estafó al sistema de pensiones fingiendo cáncer; incluso recibió morfina y fue a cuidados paliativos.
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Enfermera fingió estar enferma para hacer fraude. | Foto: Captura de Facebook.
En un acto que desafía toda ética y compasión, una enfermera neonatal en Escocia ha sido expuesta como la autora de uno de los fraudes más retorcidos y despreciables de los últimos tiempos.
Amanda Muir, de 46 años, quien juró dedicar su vida a cuidar a los recién nacidos más vulnerables, utilizó su conocimiento del sistema de salud para orquestar una farsa macabra, fingiendo un cáncer terminal con el único objetivo de enriquecerse ilícitamente.
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Su engaño le permitió robar más de 248 mil dólares (aproximadamente 4.5 millones de pesos) del erario público, culminando en una merecida sentencia de dos años de prisión.
¿En qué consistió el fraude de Muir?
El plan de Muir no fue una simple mentira, sino una producción teatral meticulosamente calculada. Trabajando en el Hospital General Wishaw, alteró su apariencia física con medicamentos para bajar de peso, buscando imitar los devastadores efectos de la quimioterapia.
En una muestra de audacia sin límites, llegó a manipular al Servicio Nacional de Salud (NHS) para que le recetaran potentes opiáceos como la morfina, desviando recursos vitales de pacientes que sí luchan por sus vidas.
Su actuación fue tan convincente que los profesionales de la salud, engañados por su colega, la remitieron a una unidad de cuidados paliativos.
Pero como toda red de mentiras, el castillo de naipes de Muir estaba destinado a colapsar. La farsa se vino abajo cuando un médico del equipo de atención notó irregularidades en su historial.
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El golpe de gracia llegó cuando el supuesto oncólogo tratante de Muir en un hospital privado confirmó no solo que jamás la había atendido por cáncer, sino que las 16 cartas presentadas con su firma para acelerar el pago de la pensión eran burdas falsificaciones.
Incluso acorralada, Muir se aferró a su papel y cuando los detectives la encontraron disfrutando de unas vacaciones, la hallaron con la cabeza rapada y una cánula en el brazo, manteniendo su fachada hasta el último aliento.
La policía encontró en su casa las plantillas utilizadas para falsificar las cartas, una prueba irrefutable de su premeditado crimen.
En un débil intento por justificar lo injustificable, su abogado alegó un "trastorno facticio", una condición que supuestamente la impulsa a simular enfermedades.
La propia Muir describió sus acciones como un "efecto de bola de nieve", una excusa patética para un fraude prolongado y sustancial. La jueza, Susan Craig, no se dejó engañar, calificando su culpabilidad como "alta" y el daño a los fondos públicos como "significativo".
Aunque su defensa afirma que devolverá una parte del dinero, el rechazo de su propio círculo cercano y la mancha imborrable en su profesión son el verdadero reflejo de la gravedad de su traición.
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- Giovanna Boone Rodríguez
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- Editor web de Telediario. Egresada de la licenciatura de Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Durango Campus Laguna. Escribo sobre espectáculos y te informo de las noticias de La Laguna.
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