En diciembre aumentan síntomas de tristeza y estrés; aquí te decimos por qué
Especialistas señalan que en esta temporada se incrementan síntomas de tristeza, ansiedad y estrés, asociados al invierno.
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Diciembre actúa como un amplificador emocional que expone realidades personales y familiares ya existente | Foto Especial.
Durante la temporada decembrina suele asociarse a la idea de que aumentan los casos de depresión, una percepción que, si bien no es del todo un mito, tampoco es absoluta.
Especialistas señalan que en esta temporada se incrementan síntomas de tristeza, ansiedad y estrés, asociados al invierno y a factores biológicos como la menor exposición a la luz solar, además de la carga emocional que implican las fechas decembrinas.
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A este escenario se suman las reuniones familiares, las cuáles lejos de ser siempre espacios de celebración, pueden detonar conflictos en entornos donde existen relaciones disfuncionales, duelos no resueltos o presión social por aparentar bienestar.
A ello se suman factores económicos y emocionales que intensifican el malestar, aunque las estadísticas descartan que diciembre registre un aumento significativo en los casos más extremos.
En conclusión, diciembre no genera por sí mismo la depresión, pero sí actúa como un amplificador emocional que expone realidades personales y familiares ya existentes.
En una sociedad donde las relaciones disfuncionales son cada vez más visibles, esta temporada pone sobre la mesa la necesidad de hablar con mayor seriedad sobre salud mental, alejándose de mitos y enfocándose en la prevención, el acompañamiento y la empatía.
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¿Cómo ayudar a alguien con depresión?
La depresión es una enfermedad grave que requiere comprensión, paciencia y, a menudo, ayuda profesional. Si un ser querido está lidiando con ella, tu apoyo es crucial, pero es importante saber cómo brindarlo de manera efectiva.
El primer paso es la validación: Evita frases como "échale ganas" o "tienes mucho por qué vivir", ya que minimizan su dolor. En su lugar, escucha activamente y usa frases que validen su experiencia, como: "Entiendo que estás sufriendo y estoy aquí para ti". Sé un hombro en el que puedan apoyarse sin juzgar.
Fomenta activamente la búsqueda de ayuda profesional: La depresión es una condición médica que rara vez se resuelve por sí sola. Puedes ofrecerte a buscar terapeutas, psiquiatras o líneas de crisis, e incluso acompañarlos a sus primeras citas. Este apoyo logístico puede ser un gran alivio cuando la persona carece de energía.
Ayuda con las tareas cotidianas: La depresión puede hacer que acciones simples como levantarse, comer o asearse sean agotadoras. Ofrece preparar una comida, lavar ropa o simplemente pasar tiempo en silencio juntos. Recuerda que no se trata de "arreglarlos", sino de acompañarlos en el proceso.
Finalmente, cuídate a ti mismo: Ser un cuidador puede ser emocionalmente agotador. Establece límites saludables y asegúrate de mantener tus propias rutinas y bienestar. Solo si estás bien, podrás seguir ofreciendo un apoyo sostenible y amoroso.
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