Durante un festejo en Iztapalapa, Pablo, de 65 años, aprovechó que la joven con síndrome de Down se despegó un poco de su madre para llevársela y abusarla sexualmente.
La menor narró que los abusos iniciaron una vez que aceptó un trabajo en la panadería de su tío, lo que el hombre habría aprovechado para abusar en repetidas veces de ella.
Zavelia sufrió distintos tipos violencia por parte de un hombre que por décadas consideró su mejor amigo; hasta el momento, el sujeto vive en la impunidad.
El uniformado aprovechó que la joven despachaba en una tienda de abarrotes para ingresar al local, someterla y amenazarla con un arma para evitar que la joven pudiera pedir auxilio.
El hombre habría acosado a su víctima desde días atrás, sin embargo, tras no verla en las calles decidió ingresar por la fuerza a su domicilio para abusar sexualmente de ella.
El hombre habría prometido acercarla a su destino, sin embargo, tras acceder, la menor de edad fue víctima de tocamientos lascivos que cayeron en abuso sexual según indicó la Fiscalía de Puebla.