Alejandro Ibánez se dedica a la "suerte", hace 60 años en el Mercado Juárez, su padre Armando Ibáñez y su abuelo José Ángel, iniciaron el negocio vendiendo cachitos de la Lotería Nacional y hoy en día el negocio continúa.
Aunque el cheque ganador estaba a nombre de los dos, legalmente el registro fue hecho a nombre de la mujer, lo que la ayudó a dejar a su novio sin que él pudiera reclamar el dinero.
El presidente invitó a todos los mexicanos a participar en el sorteo porque los recursos obtenidos servirán para terminar las obras de la Presa Santa María en Sinaloa.