El cuerpo de la víctima quedó sobre el pavimento, en donde peritos de la Fiscalía General de Justicia recolectó al menos 10 casquillos pertenecientes a un arma corta.
El hombre, que llevaba el pecho lleno de sangre, logró herir a un policía de la Ciudad de México; gritaba amenazas contra los peatones que pasaban por el lugar.
Un amigo del fallecido se percató de que convulsionaba y llamó a la Cruz Roja, donde le negaron la atención por su estado de ebriedad. Poco después regresaron solo para confirmar el deceso.