Los ambientalistas criticaron con rapidez la decisión, asegurando que afectará a la vida salvaje y el ecosistema ártico, al tiempo que es injustificable en un momento en que están bajando los precios del crudo.
Las sirenas sonaron y las autoridades pidieron a los ciudadanos que se refugiaran en el interior del estado o en lugares altos; más tarde la alerta de tsunami se canceló.
El grupo de investigadores dedicado a la observación del cambio climático en remotas zonas de Canadá y Alaska, dio a conocer el pasado 10 de febrero, el resultado de su estudio en la revista Geophysical Research Letters.