A sus cuatro años, Sofi fue diagnosticada con epilepsia de difícil control, pero la familia recibió la noticia de que en Ciudad de México pueden realizarle un estimulador vagal, que ayudaría a reducir las convulsiones.
Para recibir atención médica el repartidor atropellado y quien sufrió convulsiones habría sido presionado por la aseguradora para firmar “el perdón” al hombre de la tercera edad que lo atropelló con su camioneta.
Las autoridades determinaron que el hombre quien era asistido por la socorrista, no tenía control de sus manos debido a las convulsiones que estaba experimentando.
La internista tuvo convulsiones y parálisis en las manos, tras recibir el biológico fue diagnosticada con mielitis transversa y se encuentra en el área de cuidados intensivos.