A los tres días de la primera agresión, Juan Manuel “N” volvió a abusar sexualmente de la menor, a quien amenazó con privar de la vida a sus padres si les contaba lo que había sucedido.
La Congregación señaló que encontró culpable al sacerdote, por lo que le retiró su estado clerical, aunque seguirá formando parte de los Legionarios de Cristo.