De acuerdo con la tradición, el pan de muerto es colocado en el altar como tributo a las almas que han partido de este mundo, por ello el círculo asemeja un cráneo y las tiras, a los huesos que nos conforman.
La exposición alusiva al Día de Muertos, es considerada la más grande del norte del país, y contempla un altar con esculturas de los difuntos más famosos de la cultura mexicana.
En un inmueble decomisado a Óscar El Lunares, fue hallado un altar de santería nganga rodeado de cráneos humanos, máscaras demoníacas, crucifijos, estatuillas y decenas de palos de madera.