Al ser diferente a la quimioterapia o radioterapia no daña las células sanas, lo que permite que el cuerpo humano no se deteriore de forma tan crónica.
Un estudio ha señalado que los pacientes que tiene alto riesgo de mortandad son los que han sobrevivido al coronavirus, pues pueden morir seis meses después, pues el virus daña diferentes áreas del cuerpo humano.
Una técnica de reprogramación celular permitiría a los soldados de la Fuerza Aérea curar sus heridas cinco veces más rápido que un cuerpo humano común.
Investigadores de la Universidad Médica de Taiwán aseguran que el ácido tánico presente en las uvas o el vino inhibe dos principales enzimas del virus, impidiendo que este se pueda adherir al cuerpo humano con facilidad.