En la capital de México, los ciudadanos de algunas alcaldías optaron por dormir al interior de sus automóviles, para acampar así en las gasolineras, esperando a que estas fueran proveídas con combustible.
Mohammed Aidil Azzahar Zaharin, de 16 años, recibió una descarga eléctrica mientras escuchaba música a través de los auriculares mientras cargaba su teléfono.
Aproximadamente 30 refugiados de Honduras y El Salvador llegaron a la Central de Autobuses de Monterrey para recibir alimento, aseo y un techo donde dormir.