El alcalde, al ver una crisis inminente desencadenada por la escasez de alimentos, hizo sonar la alarma, y con el descontento hirviendo en los barrios pobres, el gobierno francés anunció 39 millones de euros para las comunidades necesitadas.
Según la propuesta actual, la Comisión Europea podría pedir prestado 320 mil millones de euros en el mercado y luego prestar aproximadamente la mitad de esa cantidad a los Estados.
Días después de que se conocieran los devastadores efectos de la pandemia, los empresarios reclamaron al Ejecutivo socialista una inyección de liquidez al tejido productivo del país.